El girasol ha registrado esta semana en la Lonja de León una tímida subida de cinco euros por tonelada, tanto en el convencional como en el alto oleico, debido a las estimaciones de menor cosecha mundial. Asimismo, las condiciones atmosféricas han complicado la campaña de recogida en diversas zonas de España —como en la provincia de Palencia— y en otros países europeos, como Francia, uno de los principales productores y exportadores del territorio comunitario. Por su parte, los cereales repitieron cotización esta semana, mientras la patata baja una sesión más, por la presión de una oferta necesitada de venta rápida si el agricultor carece de medios de almacenamiento y conservación.
Tras la sesión de la Lonja de León de este miércoles, 23 de octubre, el girasol convencional queda en 405 euros la tonelada. Hace un año se cotizaba en este mismo mercado a 363 euros/tonelada (es decir, registraría ahora una revalorización interanual del 11,6 %). Por su parte, el girasol alto oleico se contrata actualmente a 420 euros/tonelada, frente a los 373 euros/tonelada a estas alturas de 2023 (la subida interanual, en este caso, es de un punto más: el 12,6 %).
Sin embargo, conviene abrir algo más el foco para descontar el efecto distorsionador que la guerra de Ucrania, gran exportador de girasol, generó en este producto. A finales de octubre de 2020 (es decir, hace ahora cuatro años), el girasol convencional se pagaba en la lonja leonesa a 340 euros/tonelada; y el alto oleico a cinco euros más.
SIMILAR AL IPC DEL ÚLTIMO CUATRIENIO. Así pues, las cotizaciones de esta oleaginosa habrían subido en este cuatrienio en torno al 19 % y el 17,5 %, respectivamente… muy cerca del IPC de ese periodo: 18,9 % de septiembre 2020 a septiembre de 2024, último dato disponible en el INE.
Puede concluirse, pues, que el girasol está recuperando precios normales, tras un periodo de burbuja derivado del conflicto bélico de Ucrania. Sin salirnos de la Lonja de León, el girasol convencional operó a estos precios en las últimas campañas:
- 2019 / 305 €/t
- 2020 / 340 €/t
- 2021 / 520-578 €/t
- 2022 / 625-630 €/t
- 2023 / 363-375 €/t
Si bien el girasol conlleva unos costes productivos relativamente bajos con respecto a otros cultivos, tampoco hay que perder de vista que los insumos que requiere han subido el último cuatrienio por encima del IPC: los precios pagados por el agricultor han subido el 24 % como promedio desde 2020 hasta el pasado julio (últimos datos del Ministerio), con subidas significativas en ese periodo en carburantes (+49 %), fitosanitarios (+24 %), maquinaria (+23 %), semillas (+23 %), etcétera.
MENOS QUE LOS COSTES. Por tanto, la subida de precio con respecto a hace un año (pese a ser de dos dígitos porcentuales) no es excesiva, ni por las perspectivas de cosecha a nivel global, ni considerando la inflación de costes. Y si miramos más atrás, ni siquiera se está pagando el girasol hoy con esa repercusión media de costes desde 2020 (+24 %, frente a revalorización del 19 % en el girasol convencional y del 17,5 % en el alto oleico).
Dicho de otro modo, la cotización se está poniendo al día, lo que va a permitir cuadrar las cuentas al profesional del campo, algo que desgraciadamente no está sucediendo con otros productos agrarios, como los cereales, cuya importación masiva ha sumergido los precios a niveles incompatibles con la rentabilidad.
Por lo que respecto a las expectativas de cosecha mundial, que se han reducido con respecto a estimaciones previas, explican en parte este cambio de tendencia. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) —el equivalente federal al ministerio del ramo— prevé unas menores producciones cara a la campaña de comercialización 2024-2025 en Ucrania, la Unión Europea, Kazajistán, Moldavia y Serbia, territorios todos ellos importantísimos en esta oleaginosa. La cosecha global que estima ahora el USDA ronda los 50,6 millones de toneladas, lo que dejaría la oferta exportable mundial de semilla en apenas 2,3 millones de toneladas, la cifra más baja desde 2015-2016.
EN FRANCIA, A 600 €/T EL ALTO OLEICO. Desde la Lonja de León explican, en ese sentido, que «la ligera subida de cinco euros en la tonelada de girasol se halla muy por debajo de lo que los mercados internacionales, sobre todo Francia, han vivido en estas últimas fechas, a causa de las lluvias en este país, un gran productor de girasol, que están retrasando la recogida y a la vez con un temor a la humedad del grano». En el mercado de referencia de Saint-Nazaire cotizaba la tonelada de girasol alto oleico a 600 euros a principio de esta semana, añaden desde la lonja leonesa.
En la provincia de Palencia se han cultivado esta campaña 56 730 hectáreas de girasol, según las declaraciones de la PAC 2024. De ellas, la mayoría (49 477 ha) en terrenos de secano y algo menos del 13 % de la superficie en parcelas de regadío (7243 ha). Los rendimientos medios esperados en agosto eran de 1200 y 1900 kilos/hectárea respectivamente, para una producción estimada total en la provincia de Palencia de algo más de 73 000 toneladas.
Junto con la de 2023 (unas 57 000 hectáreas), se trata de una de las superficies más altas dedicadas por la provincia de Palencia al girasol desde 2010, según los datos del Ministerio. Sin duda alguna, los precios atractivos de las campañas de 2021, 2022 y, en menor medida, 2023, unidos a los menores costes relativos de este cultivo y su conveniencia para cumplir con las exigencias de rotación, han incentivado que los agricultores palentinos hayan renovado este año su apuesta por el girasol./