Mientras todos los cereales repitieron los precios bajos de la pasada semana, la sesión de la Lonja de León celebrada este miércoles 5 de septiembre ha constatado un repunte de la cotización de la alfalfa en rama, que gana cinco euros por tonelada con respecto al anterior precio, cuando ya subió otros cinco.
El paquete en rama de alfalfa ha pasado, pues, de los 160 euros/tonelada al que se venía pagando desde que vovió a cotizar en la primera semana de junio a 170 euros/tonelada en esta primera sesión de septiembre de la mesa del forraje en la lonja leonesa, donde repitieron el resto de categorías y subrayan que la alfalfa fresca «sigue teniendo un precio competitivo respecto al resto de forrajes».
No obstante, hay que recordar que a lo largo de julio, el forraje convencional recuperó en la Lonja de León veinte euros euros y se situó en los 110 euros/tonelada, precio que viene marcándose desde entonces; acaso por establecerse en el inicio de la campaña una cotización en exceso prudente por la perspectiva de una buena cosecha que finalmente no ha generado tanta sobreoferta como se esperaba.
En menor medida, la veza forrajera también ha tenido una corrección al alza, pero en menor grado: frente a los 125 euros/tonelada de la primera cotización de campaña, a mediados de junio, actualmente se paga a 130 euros/tonelada, según la Lonja de León donde volvió a repetir precio esta semana.
ESPAÑA, LÍDER IMPORTADOR DE UCRANIA. Por lo que respecta a los cereales, todas las categorías mantuvieron los bajos precios que han ido generándose en la actual campaña, lo que sin duda estará generando no pocas dudas entre nuestros agricultores, que echan estos días números para planificar la sementera.
Desde luego, a estos precios no pocas explotaciones cerealistas producen a pérdidas. ¿Tendrá algo que ver que España se ha convertido ya en 2023 en el primer país importador de Ucrania de toda la Unión Europea, como se ha conocido estos días?
Como ASAJA ya denunció en su momento, parece que a los agricultores de nuestro país se les está exigiendo a su costa un plus de solidaridad con el pueblo ucraniano en guerra, merced al relajo en las condiciones de importación de grano a los puertos españoles, en cantidades ingentes y sin aranceles, que ataca directamente la línea de flotación de la rentabilidad de las explotaciones nacionales.