Por Alfonso Núñez
Vuelve a subir el precio del gasóleo, en esta época de sementera en que los agricultores lo notamos más en el bolsillo porque los tractores están haciendo labores en el campo. Y tenemos que escuchar a algunas organizaciones agrarias, esas que se avinieron con el Gobierno a firmar en diciembre un mal acuerdo para el gasóleo. Piden ahora que en el Senado no se pongan trabas a la devolución del impuesto Especial de Hidrocarburos, una de las medidas de apoyo incluida en el acuerdo.
Por supuesto que desde ASAJA estamos de acuerdo en que se cumpla lo pactado, pero no se pueden buscar otros culpables distintos a los que protagonizaron un acuerdo indefendible desde el sector, ni por su contenido ni por las formas como se produjo.
Si ahora la situación del campo es insostenible por las nuevas subidas del gasóleo, por encima de las cien pesetas el litro, habrá que pedir responsabilidades a Upa, Coag y al Gobierno, que provocaron la peor resolución para el problema del gasóleo. Las dos organizaciones firmaron en diciembre el acuerdo que sólo unos días antes les había llevado a manifestarse, junto con ASAJA, en contra del mismo. Un acuerdo con medidas muy escasas y con trampa, que ya se están traduciendo en una pérdida de la renta en Palencia. Que todos los agricultores hagan cálculos del precio medio al que han pagado el gasóleo desde octubre de 05 a octubre de 06 y saquen conclusiones del acuerdo firmado por Upa y Coag. ¿Es que los afiliados de estas organizaciones no consumen gasóleo?
Firmar la supresión del impuesto de hidrocarburos a partir de 2009 fue una fantasía que nos hace pensar en otros intereses ocultos. Sólo se salvó en este acuerdo la compensación del IVA en un punto para los agricultores y de medio para los ganaderos en la venta de los productos. Y este único aspecto positivo se logró gracias a ASAJA.
Hasta entonces las tres organizaciones agrarias habíamos estado de acuerdo en reivindicar las mejores medidas para paliar los sobrecostes por el incremento del precio del gasóleo y convocamos de forma conjunta a los afiliados para protagonizar cortes de carretera que en Palencia tuvieron como escenario la autovía, a la altura de Dueñas. Hoy, todos los agricultores tienen claro el mensaje de ASAJA en diciembre de 05, y ven claramente también que el Gobierno, Upa, Coag y las cooperativas han engañado a los agricultores y ganaderos.
Al romper la unidad de acción, Coag y Upa hicieron perder al sector otra oportunidad para acercar a la sociedad los problemas del campo, y por el contrario, se acentuó la sensación de alejamiento y confusión, cuando sólo con ese apoyo social se hubiera conseguido una decisión política aceptable.
Quede claro que ASAJA no firmó porque no podía dar su apoyo a un acuerdo que es “humo”. Por ello adoptó la decisión de continuar en su postura de reivindicación iniciada en demanda de medidas para paliar la subida del carburante y ampliarlo hacia otros asuntos que preocupan también mucho a los agricultores y ganaderos.
ASAJA ha venido exigiendo medidas de carácter estructural frente a este problema, al ser las más eficaces y duraderas en el tiempo para paliar la crisis que sufre el sector. Ahora el tiempo nos da la razón ya que seguimos soportando una situación similar a la que se produjo en la pasada crisis del petróleo.
Los “parches” que hasta ahora ha puesto el MAPA al problema del encarecimiento del combustible y su repercusión en el sector agrario no han servido más que para demorar el problema en el tiempo, y de nuevo nos vemos ahora soportando una situación similar a la que se produjo hace un año. Y es que llevamos más de un año con el gasóleo por las nubes y lo que es peor, no podemos ni quejarnos gracias a Upa y Coag.
El aumento desmesurado del precio del gasóleo se ha convertido ya en un problema estructural y como tal, está poniendo en peligro la viabilidad de muchas de nuestras explotaciones agrarias. Por ello se hace necesario buscar otro tipo de estrategias y medidas para afrontar este nuevo reto en la estructura de costes y rentas de la explotación agraria. Así lo está haciendo ASAJA, la única organización agraria que defiende a los agricultores y ganaderos.