Todos los cereales han repetido cotización esta semana en la Lonja de León con respecto a la sesión anterior, por lo que no avanza la leve recuperación del precio apuntada en semanas anteriores (al menos, de momento, a tenor de los contratos visados en esa mesa este miércoles 3 de abril). Por su parte, la cotización de la alfalfa, la veza y los forrajes baja, tanto por la escasa demanda, debido al buen estado de los pastizales por las precipitaciones, como por el anticipo de una cosecha que se prevé buena en estos productos.
Ninguno de los cereales se movió del precio marcado siete días antes. Ni siquiera el maíz, pese al anuncio de la reducción de superficie cultivada para la próxima campaña en Estados Unidos, efectuado la semana anterior por su departamento de Agricultura.
La Lonja de León constata, en este contexto de repetición en todas las categorías de cereales, que «a los mercados ha vuelto a llegar el nerviosismo y están a la espera de ver qué tendencia tomarán», muy determinados por las corrientes internacionales, conflictos como la guerra de Ucrania y las importaciones masivas de estas mercancías.
Es uno de los caballos de batalla de la movilización por parte de ASAJA y las otras organizaciones profesionales agrarias, ante la perspectiva de una necesidad de altos rendimientos para no producir a pérdidas, con los actuales precios, aproximadamente un tercio más bajos que hace un año y en torno a cien euros menos por tonelada.
BUENA PERSPECTIVA. Las persistentes lluvias de los últimos meses han provocado que alfalfas, vezas y forrajes se encuentren en un estado óptimo, con un buen porte y en un periodo corto de tiempo ya empezarán las primeras siegas, donde se esperan con grandes rendimientos. Así lo destaca la Lonja de León para explicar el descenso del precio en estos productos.
La tonelada de alfalfa en paquete rama, por ejemplo, se dejó cuarenta euros en esta sesión con respecto a la del Miércoles Santo, lo que representa una considerable depreciación cercana al 14 % en una semana. Más moderado (-9,1 %) ha sido el descenso de la tonelada del paquete deshidratado, que se intercambia a 300 euros.
«La demanda de los forrajes que aún quedan por vender es baja, pues los ganaderos de las zonas de montaña, los grandes consumidores en estas fechas, tienen este año abundantes pastos, y los animales ya no se encuentran estabulados, ahorrándose así gran parte de la alimentación que tenían que comprar», explican desde la lonja leonesa.
MÁS NECESIDAD DE PAJA. La paja, sin embargo, repitió precio en 160 euros por tonelada. Su demanda sigue alta para una oferta ya escasa a estas alturas de año, a lo que «ahora hay que sumar que ha habido un aumento de consumo para la cama de los animales, debido a la humedad que han provocado las lluvias», añaden desde la Lonja de León.
Este alto precio de la paja y, sobre todo, la bajada también en la cotización de la leche de vaca para los contratos de abril y mayo, destacada también por la Lonja de León esta semana, en una senda marcada desde los máximos alcanzados en octubre de 2022, deshacen el posible optimismo que pudiera despertar entre los ganaderos la bajada de los precios de los forrajes y la abundancia de pastos por un invierno y un inicio de la primavera de abundantes precipitaciones./