Las medidas agroambientales se están dejando morir por la falta de apoyo económico a unos programas que deberían propiciar un desarrollo sostenible y compatible de la agricultura y del medio ambiente. Así lo denuncia ASAJA, que alerta sobre las pésimas expectativas con que se abre la nueva convocatoria de ayudas agroambientales, ya que, el presupuesto del que dispone la Consejería de Agricultura es totalmente ridículo.
Según el borrador de la orden, que próximamente será publicada, son 4,7 millones de euros los previstos para la línea con más implantación, la de sistemas de extensificación para la protección de la flora y la fauna, mientras que para el resto de los capítulos –girasol en secano, barbecho tradicional y agricultura ecológica– se cuenta con 800.000 euros. Como ejemplo, baste con apuntar que el año pasado, a pesar de que era primero en el que se convocaba el programa de extensificación y muchos agricultores todavía no lo conocían, ya se recibieron 6.701 solicitudes, y sólo se pudieron atender 1.582 por falta de dinero. Considerando el presupuesto para 2003 y que como media cada expediente abonado recibe unos 6.000 euros, únicamente habría fondos para atender cerca de 780 expedientes. Es decir, ni siquiera se podría cubrir la sexta parte de las peticiones pendientes, eso sin tener en cuenta las nuevas solicitudes.
Este hecho, destaca ASAJA, nos hace temer que se repetirán las situaciones absurdas del año pasado cuando, para limitar el acceso a la ayuda, se establecieron criterios tan “lógicos” como haber presentado la solicitud un día antes o un día después, aunque estuviera todavía dentro del plazo marcado. Fueron numerosos los recursos que desde nuestra organización se presentaron, pero se toparon con un muro infranqueable: la falta de presupuesto.
Además, al establecer el 16 de mayo como fecha límite para presentar la documentación, perjudica a muchos jóvenes que se incorporen al sector después de esa fecha, algo previsible, puesto que el plazo de presentación de solicitudes para la incorporación no concluye hasta el 30 de junio.
ASAJA entiende que esta falta de presupuesto atentará, a medio plazo, contra el mismo espíritu que hizo nacer a este tipo de programas, propiciar una agricultura sostenible con el medio ambiente. “Al no atenderse por sistema las solicitudes de mayores de 39 años, se van quedando descolgadas numerosas explotaciones que hasta hace poco estaban incluidas en los antiguos programas de estepas cerealistas, programas que habían permitido proteger bosquetes y linderas y apostar por cultivos como los forrajes o las leguminosas grano, sistemas agrícolas acogedores con la fauna y la flora autóctona”, señala ASAJA, que cree que es lamentable que se deje perder el positivo trabajo de los últimos años.