La colza es un cultivo que se lleva implantando en España unas dos décadas. Aunque la superficie asciende paulatinamente está lejos de ser un cultivo mayoritario pero no por ello deja de ser interesante para introducir en las rotaciones.

El cultivo nacional de colza recae ampliamente en Castilla y León ya que, según los datos de la cosecha 2020, el 39% de la superficie sembrada de colza en nuestro país se encuentra en nuestra región, la cual es seguida de lejos por Cataluña, que representa un 18%, y por Castilla La-Mancha, que alcanza el 16%. Por su parte Navarra aporta un 9% mientras que Aragón cuenta con un 6%.

Fuente: Ministerio de Agricultura

En Castilla y León, según los datos de la cosecha 2020, las provincias que tienen mayor superficie dedicada a colza son Valladolid, que se acerca a 7.500 hectáreas, seguida de Burgos, con 5.209 hectáreas, Salamanca, que asciende a 3.674 hectáreas, y Zamora, con 2.942 hectáreas. Por encima de 2.000 hectáreas también se encuentran Soria, con 2.440 hectáreas, y León, con 2.319 hectáreas. El resto de provincias supera las 1.000 hectáreas, donde Segovia alcanza las 1.508 hectáreas, Ávila las 1.448 hectáreas y Palencia figura en última posición con 1.403 hectáreas.

Palencia es la tercera provincia de Castilla y León en cuanto a superficie dedicada a cereales de invierno, alcanzando las 278.000 hectáreas. Por delante se encuentran Burgos, inalcanzable con sus 382.000 hectáreas, y Valladolid, con unas 300.000 hectáreas y bastante pareja a Palencia. Estos datos parecen indicar que la colza tiene aún mucho recorrido en nuestra provincia.

Fuente: Junta de Castilla y León

Aún así, es destacable la tendencia de aumento de la superficie sembrada de colza en Palencia, sólo perturbada en los últimos años por la sequía de la cosecha del año 2017, que supuso un bajón terrible en las siembras por lo excepcionalmente seco que fue el otoño. La pérdida de superficie fue del 73% sólo en un año.

Fuente: Servicio Territorial de Palencia (Junta de Castilla y León)

El uso que se puede dar a la colza es diverso. Lo demuestran los últimos datos del Ministerio de Agricultura, relativos a la cosecha del año 2018. El mayor uso que se da a la colza es la molturación, un 59% de la colza se dedica a este fin en el que se obtiene aceite de su semilla así como varios subproductos –tortas y harinas–. A continuación se encuentra la colza destinada a biocombustible, que supone el 28% de toda la producción. También es destacable el 6% que se utiliza para obtención de semilla.

Fuente: Ministerio de Agricultura