Palencia es una de las siete provincias de Castilla y León que han sido declaradas recientemente como libres de tuberculosis caprina por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Las otras seis provincias que la Junta ha declarado oficialmente libres de esta enfermedad animal son Burgos, León, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.

La Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera publicó el pasado 3 de enero en el Boletín Oficial de Castilla y León esta declaración, fruto tanto de la eficaz aplicación del programa sanitario de erradicación de la tuberculosis caprina, como del compromiso con la sanidad animal que mantienen nuestros ganaderos.

La prevalencia de tuberculosis caprina en cada una de estas siete provincias ha sido inferior al 0,1 % durante tres años consecutivos, por lo que el 99,8 % de los rebaños tienen etiqueta T3 y el 99,9 % de las reses están incluidos en rebaños T3. Reciben esta calificación T3 las explotaciones sin signos clínicos y resultados negativos a dos pruebas (la primera de ellas, entre los dos y los seis meses tras la eliminación del último animal positivo; y la segunda, al menos a los seis meses de la primera).

UNA PRUEBA BIENAL. La declaración conlleva que la frecuencia de las pruebas se podrá reducir a una cada dos años. La decisión permite, pues, rebajar la presión en el control diagnostico. No obstante, la tuberculosis caprina es una enfermedad que debe ser controlada, por lo que se mantendrá «cierta presión diagnóstica en los establos de la especie caprina con el fin de mantener la calificación sanitaria favorable», según indica la declaración publicada en el Bocyl.

Al rebajarse la presión en el control diagnostico en determinadas zonas, se equilibran los recursos destinados a tal fin y, al mismo tiempo, se recompensa a las provincias donde la enfermedad prácticamente ha desaparecido.

La tuberculosis caprina es una enfermedad infecciosa, contagiosa y de curso crónico que deprime el sistema inmunológico de los animales, por lo que causa que enfermen fácilmente de otras enfermedades, un deterioro del estado de salud del animal que, a la larga, anticipa su muerte.

La principal vía de infección de la tuberculosis caprina es la aerógena, mediante inhalación de partículas que un animal enfermo expulsa al toser. También los animales lactantes pueden contagiarse al tomar leche cruda de una hembra infectada./