La provincia de Palencia entró el pasado día 5 de septiembre en la zona con restricción de movimiento de ganado en territorio intracomunitario por el avance de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Aunque hasta esa fecha no han aparecido casos en las explotaciones palentinas, el protocolo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) incluye ya a la provincia tras detectarse un centenar de casos de ganado bovino afectado en Cantabria. En Castilla y León, los casos siguen localizados en las provincias de Ávila, Segovia, Zamora y, sobre todo, Salamanca. No obstante, las restricciones afectan ya a toda la comunidad. ASAJA-Palencia recuerda que no hay restricciones a los productos animales ni a su consumo. Se restringe el movimiento de animales vivos a puntos de la Unión Europea si su destino es para vida, por lo que sí se permite el movimiento para sacrificio a otros países comunitarios. En el territorio nacional, se autoriza el movimiento de la zona afectada a la zona libre, siempre con animales y vehículos desinsectados y con ausencia de sintomatología en ganado bovino.
Desde la última actualización sobre la enfermedad realizada el pasado 29 de agosto, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete, laboratorio nacional de referencia para esta enfermedad, ha confirmado dieciocho nuevos casos de EHE. Dieciséis se han registrado en explotaciones de bovino en las comarcas de Siero y Lena (Asturias); Solares-Medio Cudeyo y Torrelavega (Cantabria); Riaza (Segovia); Vitigudino y Salamanca (Salamanca); San Pedro del Arroyo, Sotillo de la Adrada y Navarredonda de Gredos (Ávila); El Escorial y Torrelaguna (Madrid); Cantavieja (Teruel); Hellín (Albacete); Guadalajara; y Guadix (Granada). Además, dos de los casos se han confirmado en ciervos silvestres en Madrid y Albarracín (Teruel).
La localización de algunos focos nuevos implica modificar la zona de restricción de movimiento directo de ganado para la vida (no hay restricciones para el sacrificio) hacia otros países miembros de la Unión Europea de ganado bovino, ovino y caprino, conforme a la normativa, que tampoco establece restricción alguna de movimiento o consumo de los productos (carne, leche, piel…), ya que la EHE no afecta al ser humano.
VIGILANCIA. Ante la aparición en España de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en Cantabria y Asturias, y continuar su avance en Castilla y León, ASAJA-Palencia recomienda a los ganaderos de la provincia prudencia y vigilancia por si surgiera algún posible caso en sus explotaciones.
Esta enfermedad vírica, que transmiten los mosquitos, afecta a los rumiantes, tanto silvestres (sobre todo, a los ciervos, pero también a los gamos y los corzos) como domésticos (vacuno, ovino y caprino), pero no afecta al ser humano. No existen vacunas para su prevención, pero sí medicamentos para tratar los síntomas. Una de las medidas que se recomienda para el control de la enfermedad es la lucha vectorial mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones.
Para garantizar una desinsectación eficaz es necesario, entre otros aspectos, usar un insecticida que sea efectivo frente al vector en cuestión. El Ministerio ha elaborado una lista de insecticidas:
DECLARACIÓN OBLIGATORIA. Se trata de una enfermedad de obligatoria declaración, por lo que el ganadero debe comunicarlo a sus servicios veterinarios y a la unidad veterinaria a la que pertenezca, en cuanto surgen sospechas de su existencia en la explotación.
En el vacuno, se suele dar sintomatología clínica (fiebre, úlceras en la boca, secreción nasal y ocular, cojera, dificultad para tragar…), pero la mortalidad es baja; mientras que en el ovino y el caprino puede darse infección, pero los síntomas son menores e incluso no aparecen.
En Castilla y León ya operan las restricciones al movimiento para vida en todas las provincias y, fuera de nuestra comunidad, el Ministerio las ha decretado en todas las comunidades salvo Galicia, La Rioja, Navarra, Cataluña, Baleares y Canarias. También las provincias aragonesas de Huesca y Zaragoza se encuentran en zona sin restricciones, no así Teruel, donde incluso ya se han detectado casos.
EL MINISTERIO, ESCONDIDO. ASAJA viene denunciado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación lleva semanas escondido sin dar la cara y sin plantear soluciones a los ganaderos afectados por la EHE, que está causando unas grandes pérdidas económicas a los ganaderos de vacuno de prácticamente la totalidad del territorio español, por lo que reclaman medidas sanitarias de control y ayudas ante esta crisis sanitaria.
Hace ya cerca de diez meses (en concreto, el 18 de noviembre de 2022), que el Gobierno de España tiene conocimiento de los primeros casos en España de esta enfermedad en el sur de la península, pero en todo este tiempo no se le ha dado la importancia que tiene, puesto que las pérdidas que provoca al ganadero son tremenda».
SIN VACUNAS. La EHE es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa que se transmitida por mosquitos del género Culicoides; es decir, el mismo vector que otra vieja conocida de la ganadería española, como es la enfermedad de la lengua azul. Pero la gran diferencia es que en este caso sí se conoce bien en el sector y se cuenta con vacunas frente a sus distintos serotipos como estrategia para su control y, en cambio, para la EHE, que históricamente ha circulado por América del Norte, Australia, Asia y África, pero no en Europa, no existen vacunas autorizadas en la UE.
Nuestra organización lamenta que el Gobierno, aunque conocía el escenario que cabía esperar, con la enfermedad colonizando todos los territorios donde tiene actividad el mosquito Culicoides, no ha coordinado con las comunidades autónomas una verdadera respuesta eficaz frente a la enfermedad.
COSTOSO TRATAMIENTO. Actualmente, según denuncia ASAJA, nuestros ganaderos se encuentran totalmente desamparados e impotentes, mientras contemplan como el ganado se infecta, lo que provoca cuadros sintomáticos diversos, principalmente en el vacuno, con fiebre, decaimiento del animal, problemas para alimentarse y beber, pérdida de peso, abortos y, en muchos casos, la muerte del animal.
Cuando se produce la infección, los daños económicos en la explotación son enormes, ya que a la muerte de algunos animales se unen los costes de los tratamientos farmacológicos que el rebaño requiere, que alcanzan los 100 euros por cabeza, a lo que se suma la incertidumbre sobre el futuro sanitario del animal una vez que padece la enfermedad.
Por ello, ASAJA reclama al Ministerio que, si bien no se trata de un problema de salud pública, la EHE se ha convertido en un contratiempo importante para la viabilidad económica de las explotaciones, ya que las líneas de seguro agrario no tienen cobertura frente a esta enfermedad.
Nuestra organización exige al Gobierno de España que articule medidas sanitarias de control y ayudas directas por los daños que esta enfermedad está provocando a las ganaderías afectadas, que incluya esta enfermedad en el plan de seguros agrarios y que convoque, con celeridad, una reunión al máximo nivel con las comunidades autónomas para coordinar las medidas necesarias./