José Antonio Turrado, secretario general de Asaja Castilla y León
Ante un proceso electoral de elecciones agrarias como el que se va a celebrar el domingo 12 de febrero, los que somos socios militantes de una organización agraria no tenemos dudas de que vamos a votar a los nuestros y que vamos a ir a nuestra mesa electoral salvo causas de fuerza mayor de las que nadie estamos libres, pero si hace falta, hasta en ambulancia. La militancia es un grado más al de ser socio que paga cuota, militancia es defender en el bar los principios de tu organización, reconocer en público lo que la organización hace por uno y por todos, compartir la buena experiencia asociativa con los amigos, y llevar con orgullo una pegatina con las siglas en la luna del tractor. Militantes hay en todas las organizaciones, más en ASAJA porque tenemos más socios, pero los militantes, ni somos la mayoría, ni somos decisivos en el recuento de los votos.
Después están los socios, sin más, los que pagan la cuota y se comprometen lo justo. Comprometerse lo justo puede ser no apuntarse a los servicios que presta la organización o hacerlo de una manera muy selectiva, o no ser de los fijos en las movilizaciones, o ser de los que casi nunca participan. Son los que se separan de los corrillos en los que se habla de la organización, o de las organizaciones en plural, para no posicionarse y no dar la cara por las siglas. Algunos de estos socios están en ASAJA como podrían estar en otro sitio, y su actitud, muy habitual, es ponerse de perfil. Estos socios, los no comprometidos, los más volubles, sí son decisivos en las elecciones agrarias del día 12, porque hay que convencerles de la importancia del proceso, hay que convencerles para ir a votar, y hay que convencerles para que voten a ASAJA. Los tenemos que convencer demostrando lo que ASAJA ha hecho por ellos tanto en la vertiente representativa y reivindicativa, como en la vertiente de los servicios, les tenemos que recordar que los logros no han llegado solos, y que sin el “paraguas” de ASAJA les habría ido peor.
Por último, están el resto de votantes, los que no tienen relación con organización alguna, o los muy desencantados con lo que reciben en la que están. En manos de este estrato de agricultores y ganaderos van a estar también los resultados electorales, tanto de participación, como de respaldo a las diferentes siglas. Quizás los tiempos que nos toca vivir de crisis económica vinculada a la guerra, y la puesta en marcha de una PAC muy lesiva y complicada, sirvan para que reflexionen sobre la importancia de la unidad del sector, sobre la importancia de respaldar a organizaciones profesionales y apolíticas como ASAJA, y ese día y para siempre, pasen a ser de los nuestros, de la gran familia de ASAJA. Para ello trabajaremos en este campaña electoral y siempre.