Por Honorato Meneses, presidente de ASAJA PALENCIA
El esperpento que se ha instalado en este país, con el Gobierno PSOE-Podemos, no tiene límite. El ataque que han sufrido nuestros ganaderos los últimos días, con el modelo de convergencia de los derechos de la P.A.C., diseñado por el Ministerio de Agricultura, penaliza de forma brutal a nuestros sectores ganaderos. Para remate de la faena, los movimientos efectuados por el Ministerio de Transición Ecológica para prohibir el control poblacional del lobo a través de la caza controlada y regulada supone, además del mayor desprecio a los profesionales de la ganadería, la puntilla para la ganadería extensiva en nuestro país. Si algo tenemos claro, es que la convivencia ganado-lobo, es imposible.
Las presiones de los grupos ecologistas han podido más que la voluntad de apostar por seguir manteniendo un sistemas de gestión ganadera, con siglos de antigüedad, que escenifica mejor que ninguna otra actividad, la lucha contra la España vaciada, los ganaderos viven en los pueblos cerca de donde pasta su ganado. Además vacas, caballos, ovejas y cabras, limpian bosques, montes, perdidos etc., realizando una función esencial para evitar la propagación de incendios, este trabajo de cuidadores del medio ambiente, si se pierden nuestras ganaderías, nadie lo realizará.
La apuesta del Ministerio de Transición Ecológica, es contraria a los objetivos que dice perseguir, ya que atenta contra el tipo de ganadería más ecológica que puede existir, su decisión provocará que cierren su actividad muchas explotaciones, con generaciones de ganaderos a sus espaldas, y también impedirá que muchos jóvenes puedan continuar con las ganaderías, siguiendo con la tradición familiar, y les obligará a marchar fuera de sus pueblos para intentar trabajar en otras actividades, en unos tiempos donde el paro devora a nuestra juventud, y quienes gobiernan, no son capaces de aportar ninguna solución, para activar la economía en este país, que va camino de una bancarrota sin precedentes.
La situación de pandemia que tenemos, ha imposibilitado a las Organizaciones Agrarias continuar con las movilizaciones iniciadas a principios del 2020, y que estaban consiguiendo un verdadero éxito, al lograr el reconocimiento de la sociedad Española hacia nuestro sector. La guerra de guerrillas planteada, posibilitó que cada día en la geografía de nuestro país, se realizará había un acto de protesta, siempre con amplio seguimiento mediático. Estábamos logrando nuestros objetivos, con un apoyo masivo de la población de nuestro país y con la clase política decidida a mover ficha para intentar solucionar nuestros problemas.
Aparcadas las movilizaciones por el maldito COVID-19, una vez más el sector agrario supo estar a la altura de las circunstancias, arrimando el hombro como el que más, y logrando que el suministro de alimentos llegara al último rincón de España, garantizando el abastecimiento de todos los productos, logrando que no faltara un solo alimento, manteniendo la máxima calidad en los mismos, con totales garantías sanitarias y sin variar los precios.
A la vista de lo que paso con el papel higiénico, se imaginan un posible desabastecimiento de leche, carne, patatas, arroz, aceite…..sería la guerra. Valoremos como se merece a agricultores y ganaderos, en un país como España, donde tenemos autosuficiencia alimentaria, producimos prácticamente de todo, gracias a nuestra diversidad geográfica, y luchemos por no perderla. Estamos en una situación de privilegio respecto a otros países que necesitan importar gran parte de lo que consumen. Valoremos esta situación, y en este caso, lejos de maltratar a nuestros ganaderos, deberían establecer medidas de apoyo, y legislar a favor de nuestros ganaderos, es de justicia.
El desprecio con el que se está tratando a los ganaderos, y la nula voluntad, manifestada hasta ahora, para resolver todos los problemas planteados en las movilizaciones de hace un año, nos llevará cuando la situación sanitaria lo permita, a retomar las movilizaciones, que no tengo ninguna duda que van a ser masivas y donde realizaremos todos los actos que sean necesarios, para obtener respuesta a todas nuestras demandas, y lograr que se reconozca el papel de los agricultores y ganaderos en la sociedad.