Por Honorato Meneses, presidente de ASAJA Palencia
El rotundo éxito de las convocatorias de movilizaciones que estamos viviendo a lo largo y ancho de nuestra geografía provincial, regional y nacional demuestra el hartazgo del campo. Es un clamor que no puede ser ignorado. El campo ha demostrado con creces su firmeza y su fuerza. Nuestra problemática y nuestras demandas han inundado los medios de comunicación, las redes sociales y la sociedad en general.
La situación límite de la agricultura y la ganadería se ha hecho sentir en estas semanas en la opinión pública. El éxito de las marchas, concentraciones, tractoradas y protestas demuestra con claridad la urgencia de tomar medidas, articular reformas y cambiar comportamientos en la cadena agroalimentaria.
Hablo de medidas y cambios largo tiempo esperados y reclamados por el sector. El objetivo de las movilizaciones es servir para cambiar las cosas y producir un cambio de tendencia. Para eso, las instituciones, los Gobiernos y la cadena en su conjunto deben sentirse aludidos y actuar.
“Agricultores y ganaderos al límite” es el lema de estas protestas, por supuesto pacíficas, que vamos a mantener hasta que se observe un verdadero cambio de actitud por parte de los responsables políticos.
Uno de los principales argumentos de estas protestas es la falta de precios justos que sufrimos los agricultores y ganaderos lo que provoca la pérdida de renta. Frente a esta situación es necesario poner coto al incremento de los altísimos costes de producción como fitosantiarios, fertilizantes o gasóleo, lo que está provocando el cierre y la falta de incentivo para que los jóvenes se incorporen a la actividad. Pedimos además la regulación frente al abuso de posición de dominio de la industria y distribución agroalimentarias.
La fauna salvaje nos echa del campo, por lo que pedimos el control de especies silvestres que se alimentan del ganado y los cultivos, como lobos, ciervos, corzos, jabalíes y conejos, así como medidas eficaces para la erradicación de la plaga de topillos.
Es inadmisible la campaña de ataques y criminalización que sufrimos por parte de movimientos fundamentalistas radicales e incluso responsables políticos. Frente a ello, reivindicamos el papel que desempeñamos en la sociedad como productores de alimentos y agentes activos frente a la crisis climática y la despoblación. Por ello, hacemos un llamamiento a las administraciones para que defiendan ante la sociedad la labor que realizamos día a día para proporcionar alimentos seguros y dotar de vida a la España rural.
Desde ASAJA apostamos por la unidad de acción con el resto de organizaciones para lograr nuestro objetivo, que no es otro que cambiar las cosas y tener un futuro como agricultores y ganaderos, nada más, ni nada menos.