Esta conclusión, es el resultado de un estudio realizado por la Comisión Europea, donde se destaca que estas plantas contribuyen a crear un sistema alimentario más sostenible, que es uno de los objetivos del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia de la Granja a la Mesa que en él se engloba.

En el estudio se destaca que los productos de nuevas técnicas genómicas, tienen el potencial de reducir el uso de fitosanitarios, con plantas más resistentes a enfermedades; reducir el consumo de agua, al ser más resistentes a las sequías; de tener mejores calidades nutricionales con plantas con mas contenido de ácidos grasos más saludables; y de fijar más carbono. Además de estas ventajas medioambientales, también se favorecería la competitividad de las producciones europeas y, por tanto, su economía.

Tras la presentación de este estudio, la Comisión Europea tiene previsto debatirlo en el próximo Consejo de Ministros que se celebrará este mismo mes.