Se espera una reducción del 23% en la producción de trigo duro de Canadá y un 9,5% menos en la producción europea.

Las dos principales potencias productoras de  trigo duro a nivel mundial,  Canadá y la UE, verán recortadas significativamente sus respectivas cosechas de trigo duro esta campaña, en el primer caso en un 23% y en el segundo en casi un 10%. Esta importante caída en la producción mundial debería implicar, en opinión de ASAJA, un reequilibrio en los precios y por tanto llevar aparejada una subida en las cotizaciones para los productores europeos de este cereal que arrastran varias campañas con precios poco atractivos, lo que está haciendo que las superficies de siembra se reduzcan año tras año.

Según fuentes del ministerio de Estadística de Canadá la producción de trigo duro se recortará en 1.325 millones de toneladas, lo que supone un 23% por ciento menos que en 2018. Así, se espera una cosecha de 4,42 millones de toneladas frente a las 5,75 millones de toneladas del año anterior.

El vicepresidente nacional de ASAJA y responsable de la sectorial de cereales de la Organización, Pedro Gallardo, ya anticipó en el mes de junio que las superficies de trigo duro en Canadá se podrían reducir en un 19%. Ahora el ministerio canadiense eleva este recorte hasta el 23%.

En Europa tampoco pintan bien los datos de la actual campaña de trigo duro. El COPA-COGECA confirma un recorte del 9,5% en la producción europea. La climatología en las regiones productoras de trigo duro (Francia, Italia, España y Grecia) no ha sido benévola y la producción finalmente se recortará en más de 810.000 toneladas. Las estimaciones se sitúan en 7,7 millones de toneladas frente a las 8,51 millones de toneladas de la pasada campaña.

Italia seguirá siendo el principal productor europeo con 4,25 millones de toneladas, cifra muy parecida a la de la pasada campaña. Sin embargo en Francia, segundo productor europeo, la producción caerá más de un 17%  (se estiman 1,49 millones de toneladas frente a los 1,81 de 2018). En España se espera una producción de 815.000 toneladas frente a 1,322 millones de toneladas de 2018, esto es un 38% menos de la producción, como avanzó ASAJA en su última reunión de la sectorial de cereales celebrada en junio. La única nota positiva la encontramos en Grecia, donde la cosecha se estima en 811.000 toneladas frente a las 720.000 toneladas de 2018.

En cuanto a las superficies europeas, se estiman 163.000 hectáreas menos de este cultivo. Así COPA-COGECA cifra en 2,247 millones de hectáreas en 2019 frente a las 2,411 millones de hectáreas de 2018. Esto supone una reducción del 8,5%. Las superficies se recortan principalmente en Francia donde el descenso supone más del 26% (260.000 hectáreas frente a 354.000 de 2018). Los bajos precios que perciben los productores de trigo duro son la causa de que las superficies sembradas de este cereal se vean, año tras año, recortadas.

EN CASTILLA Y LEÓN

El trigo duro es minoritario en Castilla y León. En la cosecha de este año, han sido 2.992 hectáreas las sembradas, siendo Valladolid la provincia con más extensión (1.243 Ha), seguida por Burgos (649), Palencia (339), León (260), Zamora (238), Soria (102), Salamanca (93), y Segovia (68). La producción estimada ronda las 10.000 toneladas. Se da la circunstancia de que la superficie ha caído respecto a la campaña 2018, que fueron 4.930 hectáreas en Castilla y León.