Los regantes del Carrión mantienen su demanda histórica para la construcción de los embalses de la Cueza
Si hace un año el campo recibía octubre en medio de la preocupación por el déficit de agua en los embalses de la provincia, con unas reservas que no llegaban al 20 por ciento, este año la situación ha cambiado por completo. El nuevo año hidrológico arranca hoy con un volumen embalsado de casi el 45 por ciento, es decir, con 217,5 hectómetros cúbicos sobre una capacidad total de 487 repartida entre los tres embalses del sistema Pisuerga –Cervera, Requejada y Aguilar- y el Carrión –Camporredondo y Compuerto-, según datos de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Hay que tener en cuenta que la media de los últimos diez años de la reserva hidráulica en esta fecha se sitúa en 143 hectómetros, lo que supone algo más del 29 por ciento, por lo que estamos hablando de un buen dato para este inicio de etapa que es bien recibido por los regantes, máxime después de la sequía que venía sufriendo la provincia y que se saldaba el año pasado con una “cosecha cero”. Un panorama bien distinto al actual, con una de las mejores cosechas de los últimos años en cuanto a producción.
El año hidrológico, que terminaba ayer, acumula un 17 por ciento más de lluvias respecto a los valores normales de los últimos 40 años, según informe del Observatorio de Carralobo, ya que se han superado los 526 litros frente a la media en este periodo que se sitúa en 450. Las lluvias de primavera, especialmente del mes de abril –en pleno confinamiento-, con 94 litros, fueron definitivas para este resultado.
El balance de la campaña de riego también es positivo. El vicepresidente de la comunidad de regantes del Bajo Carrión, José Luis Marcos, cree que las lluvias de primavera, a pesar de retrasar las siembras, fueron muy beneficiosas. “Hasta bien avanzado mayo no hubo que regar, y los cereales, que consumen la mayor parte del agua, se surtieron de las precipitaciones”, señala. Sin embargo, y con la mirada puesta en la próxima campaña, Marcos Fernández recuerda que las reservas de los embalses del Carrión son insuficientes para abastecer a la zona regable.
En este sentido, recuerda la reivindicación histórica del colectivo sobre el proyecto de embalses en la zona de la Cueza, lo que permitiría paliar un problema que se arrastra desde hace más de 40 años por la falta de infraestructuras para responder a la demanda del regadío.
En el caso de la comunidad de regantes del Pisuerga la situación es distinta, ya que la capacidad de los embalses es mayor. “Hemos desarrollado una campaña con tranquilidad gracias a la generosidad de las lluvias de primavera”, explica Alberto Nebreda.
El presidente de este colectivo recuerda los proyectos de modernización que van avanzando a buen ritmo y que permiten un mejor aprovechamiento del recurso hídrico al tiempo que rebajar la factura. Por un lado, los de Santoyo, Boadilla y Frómista, y por otro, los parques fotovoltaicos que contempla estaciones en Astudillo, Melgar de Yuso y Santoyo. Respecto al futuro, Nebreda cree que “si viene un invierno normal, las reservas para el nuevo año serán buenas”.