Una delegación de ASAJA Castilla y León -encabezada por el presidente regional, Donaciano Dujo, acompañado por buena parte de los presidentes provinciales y otros representantes de la organización- ha secundado la concentración de agricultores y ganaderos de todo el territorio nacional celebrada hoy en Córdoba con ocasión de la reunión de los ministros de Agricultura de la Unión Europea, en un acto de protesta contra los continuos ataques que recibe el sector. La bandera de Castilla y León ha ondeado en la gran manifestación que ha reunido a agricultores y ganaderos de todo el país, que han compartido lemas como “Con el campo no se juega”, “No queremos esta PAC” o “Nos estáis expulsando del campo ¿Quién os dará de comer mañana?”.
Donaciano Dujo ha subrayado la importancia de que el sector “dé la cara en este momento, en el que España asume la Presidencia europea. No hay otro sector más regulado y más dependiente de lo que dicte Bruselas que el campo, la agricultura y la ganadería”. En este sentido, el responsable de ASAJA pidió a los ministros europeos “que aprovechen su visita para ver explotaciones y hablar con los profesionales del campo, los agricultores y ganaderos; ellos les dirán cuáles son las consecuencias de esas políticas que diseñan en los despachos y que demasiadas veces poco tienen que ver con la realidad”.
La movilización ha estado convocada por ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, debido a la situación de indefensión que padecen los agricultores y ganaderos ante las políticas que se están llevado a cabo desde Bruselas, junto a la desidia y entrega a ciertos lobbies que actúan contra el mundo rural.
Muy especialmente, el campo español exige que las producciones que vengan de terceros países cumplan los mismos requisitos a los que se obliga dentro de la UE, tanto en igualdad de condiciones laborales, uso de productos fitosanitarios, bienestar animal, requisitos medioambientales… para lo que tiene que haber unos controles rigurosos en las fronteras.
A ello, hay que añadir que, en Bruselas, se aprobó una reforma de la PAC desenfocada y fuera de la realidad que exige más con menos recursos, que ha incrementado la burocracia de forma brutal, y que exige nuevas obligaciones sin rigor científico que conllevan mayores costes y menores producciones.
Los agricultores y ganaderos españoles han reclamado a los ministros de Agricultura de la UE que consideren a la alimentación como un asunto de máxima prioridad, cambiando el rumbo de la Política Agraria para que esta garantice la soberanía alimentaria europea. Para ello, es fundamente proteger al tejido productivo, es decir, a los agricultores y ganaderos europeos, de forma que éstos puedan cumplir con su principal función: la seguridad alimentaria tanto en cantidad como en calidad para el conjunto de los ciudadanos españoles y europeos.