Recientes estudios científicos del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) y del CNM-ISCIII (Instituto Carlos III de Madrid) han descubierto que los micromamíferos silvestres, entre ellos los topillos, son relevantes en la transmisión de Coxiella burnetii, la bacteria causante de la fiebre Q en humanos y de la coxiellosis en animales.

La fiebre Q es una zoonosis transmisible a humanos principalmente por inhalar partículas de polvo de los establos de animales contaminados o mediante garrapatas del ganado. Puede producir síntomas leves similares a una gripe o desencadenar casos graves de hepatitis aguda y neumonía en personas. En algunos pacientes, la fiebre Q puede hacerse crónica y ser la causa de valvulopatías, endocarditis, hepatitis o neumonías crónicas, lo que se conoce como el síndrome de fatiga post-fiebre Q.

La bacteria pudo ser aislada genéticamente en algunos de los topillos, resultando ser del genotipo de C. burnetii más ampliamente distribuido en Europa, el Genotipo II+, que es frecuente en ovejas y personas.

Por todos es sabido que el topillo campesino (Microtus arvalis) es un roedor presente en nuestros campos, donde reiteradamente genera una plaga que causa importantes daños económicos y de salud, ya que además es el principal vector de contagio de la tularemia, otra enfermedad bacteriana que puede llegar a ser grave, por lo que es importante su control.

En verde se pueden apreciar las bacterias de Coxiella burnetii.