La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo no ha logrado este martes, 24 de octubre, aprobar una resolución que pedía la total prohibición del uso del herbicida glifosato en la Unión Europea (UE). Los eurodiputados no han conseguido mayoría suficiente para presentar una objeción a la decisión comunitaria de renovar la aprobación del glifosato, propuesta que contó con treinta y ocho votos a favor, cuarenta en contra y seis abstenciones. El veto había sido solicitado por los europarlamentarios de los Verdes, los socialdemócratas y de la Izquierda abogaban por una resolución que pedía a los Estados miembros la prohibición del glifosato.

La prórroga de la autorización del glifosato está originando un notable enfrentamiento político en la Unión de Esperar. Como era de esperar, recientemente los representantes de los Estados miembros en el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos (Comité PAFF) no lograron mayoría cualificada ni a favor ni en contra de la propuesta de la Comisión Europea para reautorizar el glifosato.

Por tanto, el procedimiento continuará con la presentación de un recurso en las próximas semanas. El Copa y la Cogeca, entidades que agrupan a los profesionales del sector agropecuario y a las cooperativas, ha pedimos a los Estados miembros que asuman sus responsabilidades tras esta división mostrada en el Comité PAFF.

Una vez más, pese a las conclusiones publicadas por las dos agencias de la UE a cargo de la evaluación del glifosato (la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se ha producido un tira y afloja entre los medios de comunicación y la esfera política.

SIN ALTERNATIVAS. La situación dista mucho de la ambición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de despolarizar los debates agrícolas. Con independencia de la decisión final que se adopte en este proceso sobre la reautorización, los Estados miembros tendrán que hacer frente a una dura realidad: por el momento no existe ninguna alternativa a este herbicida y su prohibición complicaría muchas prácticas agrícolas, especialmente las de conservación del suelo, y los agricultores se quedarían sin soluciones.

Tras esos dictámenes favorables de las agencias de la UE, el pasado 20 de septiembre la Comisión Europea propuso prorrogar en la Unión Europea el uso del herbicida glifosato diez años más, hasta 2033, aunque fuentes comunitarias se abrieron a revisar y retirar esa aprobación antes de que expire este plazo si apareciesen nuevos estudios científicos que así lo aconsejaran.

La UE justifica la prórroga del permiso para usar glifosato amparada en el último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria del pasado julio, que descartó «áreas críticas de preocupación» en la utilización del herbicida./