La Confederación Hidrográfica del Duero ha informado esta semana que las condiciones extremadamente cálidas y secas de abril y la primera quincena de mayo han originado que las aportaciones a los principales embalses que gestiona hayan registrado el peor dato de la serie histórica, que se remonta a los últimos 28 años. Por lo que se refiere a los sistemas de la provincia de Palencia, los embalses del Pisuerga (Aguilar, Cervera-Ruesga y La Requejada), se encuentran por debajo del 40% (en concreto, al 39,4%), el peor dato de reservas de la historia en estas fechas; mientras el sistema Carrión (Camporredondo y Compuerto) presenta casi quince puntos menos de los valores medios de la última década en estas fechas. En el indicador de escasez, ambos sistemas se encuentran ya en situación de «alerta», a la que ha descendido el Carrión en el último informe mensual del Plan Especial de Sequía (PES). Se trata del escalón previo al nivel máximo, «emergencia», al que cayeron los dos sistemas el verano de 2022. El Pisuerga (0,20), de hecho, se halla más cerca ya de ese umbral de emergencia (0,15) que del listón que marca pasar a alerta (0,30). En cuanto al indicador de sequía, el sistema Carrión se acerca al nivel de «sequía prolongada», que se antoja inminente e inevitable en el Pisuerga, al encontrarse ya tan solo una centésima por encima (0,31) del límite.

Las bajas cifras de agua embalsada se comprenden porque no solo ha habido un menor aporte por las bajas precipitaciones, sino que además se han adelantado consumos en dos meses por la campaña de riego ante ese déficit de precipitaciones. En el conjunto de la cuenca, la situación actual de reservas (67,7%) es notablemente peor que la del año pasado —que ya fue un año seco— por estas mismas fechas (76,5%) y muy inferior al valor medio de los últimos diez años (84%). Todos los sistemas regulados por la CHD sin excepción se encuentran en valores de reservas por debajo de la media para esta fecha, y la inmensa mayoría también por debajo de los valores del año pasado.

Según los datos de la CHD, la reducción de aportaciones de entrada sobre los datos medios históricos a los tres embalses del sistema Pisuerga se sitúa en un 80% durante los meses de abril y mayo. Al déficit de precipitaciones de este año hidrológico se une además un final de invierno y primavera muy secos, con un mes de abril y una primera quincena de mayo de temperaturas extremadamente altas para estas épocas del año, lo que ha aumentado la demanda de regadío de forma considerable para que los agricultores pudieran salvar sus cultivos.

Por su parte, pese a que los embalses del sistema Carrión (Camporredondo y Compuerto), alcanzaron un llenado completo al inicio de la campaña de riego, los niveles actuales de reservas (62,8%) se sitúan casi quince puntos por debajo de los valores de la última década. En este caso, el déficit de precipitaciones en los meses de abril y mayo alcanza el 75%, con solo 17 hectómetros cúbicos frente a los casi del valor medio histórico para esos dos meses.

POSITIVAS, PERO INSUFICIENTES. Las últimas semanas se ha podido contener el caudal desembalsado en todos los sistemas de la CHD, debido a las precipitaciones registradas. El propio organismo regulador reconoce que no suponen grandes cantidades de agua distribuidas en general, pero sí están permitiendo limitar en parte las demandas de agua desde los embalses.

La Confederación afirma que «sería conveniente que durante el mes de junio esta situación o incluso una situación de lluvias más repartidas y constantes se repitiera», para «cambiar la tendencia y limitar los consumos, de modo que las reservas nos permitirían afrontar el verano en una mejor situación». Cabe recordar que la declaración de situación excepcional por sequía extraordinaria, con las restricciones que conlleva, fue dictaminada la pasada campaña para el Carrión y el Pisuerga el 16 de junio.

Desde el comienzo de la campaña, la CHD ha mantenido tres reuniones con los representantes de los sistemas Carrión y Pisuerga, que son los más afectados por la situación de escasez, sesiones de las respectivas juntas de explotación a las que sucederá otra a mediados de este mes en el sistema Carrión y, en principio, otra con el Pisuerga ya en julio. Al primero de ellos se le recortó en 500 metros cúbicos por hectárea la asignación inicial (de 4.500 a 4.000) y en el segundo se mantiene la inicial de 3.500, que ya fue la más baja con diferencia de toda la cuenca del Duero./