El Gobierno británico ha dado un paso adelante en la utilización de tecnologías genéticas en investigaciones y desarrollos basados en plantas. Esta nueva legislación es posible gracias al Brexit, ya que en la Unión Europea sigue siendo un tema tabú, y permitirá a los agricultores británicos disponer de cultivos más resistentes y productivos.

Así lo anunció el Departamento de Asuntos Rurales, el cual añadió que se permitirá la investigación para poder desarrollar cultivos que requieran un uso menos de fertilizantes y fitosanitarios, precisen de menos agua y sean más resistentes al cambio climático.

De nuevo los agricultores de la Unión Europea verán cómo sus competidores, acuden a los mercados mundiales, en unas condiciones muy diferentes y ventajosas, al utilizar estas semillas con nuevas técnicas de selección genómica, que les permiten mejorar sus producciones y realizar un importante ahorro de costes de producción.