Los precios de la leche de oveja confirman las dificultades para subsistir de un sector que, en los últimos años, ve como desaparecen explotaciones al no existir relevo generacional. La dedicación necesaria para llevar una explotación los 365 días del año, las dificultades para acceder a trabajadores cualificados, el aumento de los costes de producción y la nula capacidad del ganadero para repercutirlos en sus ventas, hacen que cada vez sea menos frecuente oír el balido de las ovejas al pasear por nuestros pueblos.
Si impagable ha sido siempre la labor realizada por los rebaños de ovejas, limpiando cunetas, veredas, perdidos, márgenes de arroyos, barbechos, etc., ahora no es de recibo que el precio de la leche no esté pagando como debería. Los precios de los años 2014 y 2015 sólo fueron un espejismo, para sufrir a continuación una bajada muy importante que ha puesto al borde de la quiebra a muchas explotaciones.
Esperamos que la tendencia, iniciada en 2020, con una subida generalizada en los precios percibidos por los ganaderos, continúe este año. Al menos eso está ocurriendo en los meses que van de enero a abril, según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación estos días.
Hay que significar que los costes de producción en los últimos meses se han disparado. Gasóleo, energía eléctrica, alimentación animal, maquinaria, etc., están en los niveles más altos de su historia, o cerca de ellos, con lo cual sólo una subida importante en los precios percibidos por los ganaderos pueden hacer que se encare el futuro con optimismo.
Según los datos del Ministerio, obtenidos de los informes mensuales de declaraciones de leche de oveja, el número de ganaderos de ovino de Castilla y León, que realiza entregas de leche, no hace más que disminuir notoriamente. Desde 2014 los ganaderos de ovino de leche se han reducido un 27,2%, ahora sólo quedan 1891 repartidos en las nueve provincias de Castilla y León. Esta pérdida de ganaderos es paulatina y en los últimos cinco años la media de reducción anual de ganaderos supera el 5%.
