Tanto la Lonja de Salamanca celebrada este lunes, 2 de septiembre, como la de la Mesa del Lechazo de Castilla y León, del pasado viernes, 30 de agosto, en su nueva sede de Tordesillas (Valladolid), han ratificado las subidas de cotización respectivas de la carne de bovino y ovino, apuntadas ya en semanas anteriores. Eso sí, todo indica que la desaparición de explotaciones ganaderas de ovino y los problemas de sanidad animal en el bovino, que han mermado la cabaña, explican en buena parte unas subidas debidas a una oferta insuficiente para atender la demanda del consumidor.
La Lonja de Salamanca celebró sesión esta semana con un ojo puesto ya en Salamaq24, que se celebrará del 5 al 9 de septiembre en el Recinto Ferial de la Diputación de Salamanca, evento que suma la Feria del Sector Agropecuario y la 35.ª Exposición Internacional de Ganado Puro, con la presencia de casi quinientos expositores y millar y medio de canezas de ganado en la muestra.
En cualquier caso, las subidas interanuales apenas rondan el 3 % en el caso de las terneras, en tanto la menor oferta relativa sí que ha movido a ganancias mayores con respecto a hace un año en las categorías de los añojos de más peso y las vacas, con alzas de precio en las canales en los entornos del 10 %.
Tres céntimos por kilogramo ganaron en la lonja salmantina con respecto a la semana pasada las canales de terneras y añojos, mientras las vacas sumaron un céntimo, y no parecen tocar techo, ante una oferta escasa para la demanda actual de este tipo de carne.
LECHAZOS PARA FIESTAS. Por su parte, el ovino para matadero sigue cotizando al alza, lo que se explica también por el escenario de oferta menguante en este sector ganadero, como reconocen recientes informaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Así, la Mesa del Lechazo de Castilla y León reunida en Tordesillas el último viernes de agosto ha registrado subidas importantes en todas las categorías, que sumaron cuarenta céntimos por kilogramo.
El lechazo con Identificación Geográfica Protegida (IGP) de Castilla y León se paga a 6,65 euros/kilogramo, cifra récord que bate por veinte céntimos la alcanzada a primeros de diciembre de 2023 (6,45 €/kg), según la misma lonja de la Mesa del Lechazo de Castilla y León en plena campaña cara a la temporada alta de Navidad.
Sin duda, las fiestas patronales de ciudades de la región (Palencia, Valladolid, Salamanca) y la celebración de la Natividad de la Virgen (8 de septiembre) en numerosas localidades de Castilla y León pueden ser una causa coyuntural de estas subidas.
En el caso del lechazo Tierra de Sabor, los 6,10 €/kg marcados el viernes sí superan la cotización en esta misma mesa del pasado diciembre, pero iguala los que registró esta categoría en las vísperas de las navidades de 2021 y 2022. Lo mismo puede decirse del lechazo sin marchamo de calidad para sacrificio de hasta doce kilos, que se paga al ganadero a seis euros por kilogramo, nivel que no se veía desde los primeros días de diciembre de 2022.
Asimismo, la Mesa del Lechazo de Castilla y León también registra una revalorización del cordero lechal de entre doce y dieciséis kilos para cebar, que gana seis euros con respecto hace medio mes, y se sitúa en la horquilla de los 66-69 euros/animal, que parece anticipar la recuperación propia de las semanas finales de cada otoño (el anterior pico, en torno a los 69 €/animal, se registró el pasado noviembre).
SEVERA CAÍDA PRODUCTIVA EN LA REGIÓN. Más allá de la coyuntura festiva de estas semanas, hay otra causa estructural para estas subidas, motivo que los informes ministeriales recientes han confirmado: el descenso en el número de explotaciones de ovino de carne. A mediados de agosto conocíamos que en mayo de este año la producción de carne de ovino en España ha descendido el 13 % con respecto a la del mismo mes en 2023, con unas 1300 toneladas menos. Pero ese decenso resulta aún más preocupante en nuestra comunidad, líder del sector del ovino de carne, ya que la caída en mayo con respecto al mismo mes de 2023 ronda el 29 %, con novencientas toneladas menos.
Lejos de ser un asunto puntual de un mes, esa reconversión encubierta que está padeciendo la ganadería ovina, es profunda, como revelan los datos acumulados de los cinco primeros meses del año, difundidos por el Ministerio. En el periodo enero-mayo de 2024, la producción de carne de ovino en España se ha reducido casi en una décima parte (-9,86 %) con respeco a los cinco primeros meses de 2023, al descender en casi 4500 toneladas.
Ese descenso es aún mayor en Castilla y León, con la pérdida de prácticamente una sexta parte de la producción (-16,8 %) con respecto a enero-mayo de 2023, al reducirse en casi 2500 toneladas en la comunidad que lidera en España este segmento ganadero. Eso sí… ¿por cuánto tiempo?/