La Lonja de León celebrada esta semana volvió a acusar la paulatina depreciación de todos los cereales, a excepción de la avena, en un contexto con pocas operaciones visadas. Los compradores se retraen a la espera de mejores ofertas que los productores, de momento, no plantean a la espera de noticias exteriores y de la expectativa de la cosecha de 2024. Así lo explican desde la lonja leonesa, que este miércoles ya cerró la mesa de forrajes (como hizo con la de patata la anterior sesión), hasta conocer los precios de la nueva campaña, que en el caso de la alfalfa comenzará próximamente.
La mesa del cereales reflejó una bajada en todas las categorías, salvo la avena, que repitió en los 270 euros/tonelada. Pese a su mejor comportamiento relativo, acumula ya un descenso de casi el 8% con respecto a los máximos de esta campaña en la misma lonja leonesa, el pasado agosto (293 €/t) y de más del 19 % en relación con el máximo de este producto en octubre de 2022 (334 €/t).
Al confirmarse la tendencia bajista, la cebada ha vuelto a perder el listón psicológico de los doscientos euros/tonelada y en la Lonja de León se cotiza ya en 196 €/t, tras perder cuatro euros en la sesión y quedar en 196 €/t. En este cereal, la caída con respecto al máximo de la actual campaña, el pasado julio, es del 15%, y ya acumula un descenso del 42% con respecto a los máximos de las operaciones visadas en octubre de 2022 en la lonja leonesa (338 €/t).
Cinco euros por tonelada cayeron tanto el trigo como el centeno, mientras la bajada del maíz se amortiguó algo más, al perder dos euros por tonelada con respecto a la sesión anterior y quedar en los 203 euros/tonelada.
En estos tres cereales, los descensos acumulados con respecto a los máximos de esta campaña y de la anterior, marcada por el inicio de la guerra de Ucrania, se asemejan a los que presenta la cebada, afectados igualmente por esa importación masiva de cereales sin arancel que viene denunciando ASAJA.
Estos rangos de precios en los que se sitúa el grano actualmente obligan, para asegurar la rentabilidad de las explotaciones y en un contexto de elevados costes de producción, a unos rendimientos elevados, superiores a la media, lo que llena de incertidumbre al agricultor.
En todo caso, «el mercado sigue pesado», según señalan en la Lonja de León y «los mercados internacionales serán los que marquen las nuevas tendencias, influidos por los datos agronómicos que se vayan conociendo según se acerque la nueva cosecha».
En la sesión de este miércoles, 17 de abril, la lonja leonesa decidió dejar sin cotizar los forrajes a la espera de que se conozcan los precios de la nueva campaña, que en el caso de la alfalfa comenzará en breve. Por su parte, la ausencia de oferta motivó también que no se cotizase la paja, producto que en ese mercado venía visándose últimamente en los 160 euros/tonelada, en niveles relativamente altos por una escasez de oferta debida a los dos años de sequía consecutivos.
Por su parte, los últimos precios de los forrajes en la lonja leonesa, antes del cierre de esta mesa, estaban entre los 180 euros/tonelada del forraje básico a los 300 euros/tonelada de la alfalfa en paquete deshidratado, cincuenta euros más que el paquete rama (250 €/t); y ochenta euros más que la veza forrajera de primera (220 €/t)./