A mes y medio de la Nochebuena, ni siquiera el habitual anticipo de las compras cara a la época de mayor consumo anima este año la cotización del vacuno de carne, que lleva prácticamente inamovible desde finales de septiembre. Así se desprende de los precios establecidos este lunes en la Lonja de Salamanca, que volvieron a repetir por sexta vez consecutiva.
El mercado salmantino ha repetido en la práctica totalidad de categorías cotizadas. La tabla que sigue a estas líneas recoge la estabilidad de varias de esas categorías representativas del vacuno de carne, así como otras de la Mesa del Lechazo de Castilla y León, que reúne su lonja con carácter quincenal (este viernes 10 de noviembre corresponde celebrarse).
Este estancamiento de precios en el vacuno de carne, como sucede en otros productos agroganaderos, resulta muy preocupante, y posiblemente revela restricciones en el consumidor, motivadas por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo que le llevan a prescindir de algunos alimentos en la cesta de la compra.
En consecuencia, los ganaderos no pueden repercutir el alza de costes que vienen padeciendo, máxime en unas categorías de bovino de carne que se están cotizando prácticamente igual que hace un año, o incluso por debajo, estancamiento y depreciación más que preocupantes para la viabilidad económica de las explotaciones.
DEMANDA SIN ACTIVAR. Tras la tabla, mostramos un gráfico de la evolución desde enero de 2022 a septiembre de 2023 de la cotización en la Lonja de Salamanca de la ternera (bovino menor de doce meses) y del añojo (bovino macho mayor de doce meses), en ambos casos con destino a matadero. En este caso, aparece el precio en euros por 100 kilos, pagado a la salida de la granja del ganadero, sin incluir transporte, ni subvenciones ni impuestos indirectos, conforme los facilita el Observatorio de Precios Agrarios de la Junta de Castilla y León.
La gráfica (descargada este jueves de la web de la Junta) aún no recoge el estancamiento que padece la cotización del vacuno de carne desde finales de verano, pero sí revela con claridad cómo el mercado pudo absorber a lo largo de 2022, al menos en gran parte, el alza notable de los costes del sector ganadero, mediante una subida sostenida de la cotización durante todo el pasado ejercicio.
En cambio, tras un semestre de tocar techo (diciembre 2022-mayo 2023), se acusa una depreciación del vacuno de carne, que da paso al actual estancamiento de precios desde septiembre, muy preocupante, porque anticipa que la demanda no se está activando cara a la Navidad, como sí sucedió el pasado año por estas fechas./