La Comisión quiere prohibir los plaguicidas en las zonas pertenecientes a la Red Natura 2000

Recientemente la Comisión ha realizado una propuesta para reducir el uso de plaguicidas en un 50% de aquí a 2030 y, a su vez, que los considerados más peligrosos también reduzcan su uso el 50%. Esta propuesta se enmarca en las estrategias «De la granja a la mesa» y «Biodiversidad», dentro de lo conocido como «Pacto Verde Europeo» y ha sido denominada Ley de Restauración de la Naturaleza, cuyo fin es «restaurar los humedales, ríos, bosques, pastizales» alegando lo fundamental que es para «nuestra seguridad alimentaria, nuestra resiliencia frente al cambio climático, nuestra salud y nuestro bienestar».

En otra parte del documento se indica que las zonas afectadas «no se van a convertir en zonas protegidas […] incluso en la zonas en las que se desarrolla la actividad económica como […] las tierras agrícolas». Según continúa, la restauración de la naturaleza «tiene un impacto especialmente positivo en quienes dependen directamente de una naturaleza sana para sustento, como los agricultores».

El objetivo que se marca para los ecosistemas agrícolas es el «aumento global de la diversidad y tendencia positiva para las mariposas de pradera, las aves de medios agrarios, el carbono orgánico en los suelos minerales de las tierras cultivadas y los elementos paisajísticos de gran diversidad en las tierras agrícolas».

Afirma el documento que «los científicos y la ciudadanía están cada vez más preocupados por el uso de plaguicidas» y «las normas vigentes […] han resultado ser demasiado débiles». Así mismo indica que «los plaguicidas químicos perjudican la salud humana y reducen la biodiversidad en las zonas agrícolas, contaminan el aire, el agua y el medio ambiente en general.

Plantea a continuación que «las nuevas medidas garantizarán que todos los agricultores practiquen la la gestión integrada de plagas, en la que se barajan en primer término métodos ecológicos alternativos de prevención y control de plagas y se considera el posible uso de plaguicidas químicos como medida de último recurso. Llegado a este punto, el documento manifiesta que «se prohibirá el uso de todos los plaguicidas en todos los lugares como […] las zonas protegidas con arreglo a Natura 2000».

Sorprende la Comisión indicando que «los alimentos importados que contengan residuos cuantificables de sustancias prohibidas no deberán, con el tiempo, comercializarse en la UE». Esta afirmación supone no sólo que en la actualidad se están comercializando alimentos con residuos de sustancias prohibidas sino que así va a seguir siendo hasta que «con el tiempo» consideren que ha llegado el momento de que esto no sea así.

La última frase destacable es la siguiente: «Reducirá (la propuesta) la dependencia de los agricultores de insumos caros, como los plaguicidas químicos, favoreciendo la oferta de alimentos asequibles para todos los europeos».

A partir de ahora esta descabellada propuesta pasará por las manos del Parlamento Europeo y del Consejo donde esperemos que sus miembros rechacen de plano el documento. Tener que aguantar que sin plaguicidas se producirá un ahorro y además comeremos más barato es el colmo. La Comisión vive en su hura alejada de la realidad. Si el sector agrario quiere producir necesita plaguicidas, no se utilizan precisamente por gusto porque a nadie le gusta tirar el dinero. Si cumplir con lo que dice la Comisión fuera bueno para los agricultores ya lo estarían haciendo éstos sin que se lo impusiera nadie, y lo que ocurre es más bien lo contrario, se les limita constantemente y se les impide producir.

Y estas ideas tienen que ser también muy preocupantes para la población. Estamos dejando que en la UE entren alimentos con residuos de sustancias prohibidas, como reconoce la Comisión, no sólo esto ocurre sino que va a seguir ocurriendo hasta que ellos tengan ganas. Además ponen trabas a la producción, lo que redundará en menores rendimientos y en abandono de la superficie agraria, lo que implicará un mayor precio para el consumidor. Ahora es cuando se podría aplicar el típico dicho a esta gente y decir abiertamente que «éstos de la Comisión no han pasado hambre en su vida».

La superficie que ocupa la Red Natura 2000 en Palencia es de 186.683 hectáreas, que representa el 23,18% de la superficie de la provincia. Hay 123 municipios palentinos, de los 191 con los que cuenta la provincia, que tienen algo de superficie en Red Natura, y que verán como se les prohíbe el uso de plaguicidas, si se permite que los desmanes ambientalistas de la Comisión salgan adelante.