La sesión de la Lonja de León celebrada este miércoles, 9 el abril, ha constatado un nuevo recorte en la cotización de los cereales de invierno, cuya demanda se ha paralizado por la incertidumbre generada por la guerra de los aranceles. Salvo el maíz, que repitió precio, todo el grano se resintió en mayor o menor medida, pero la bajada fue más acentuada, con tres euros, en la avena y la cebada, que pierde el psicológico listón de los doscientos euros por tonelada.

Por su parte, el trigo y el centeno bajan dos euros por tonelada, mientras el maíz sigue en los 225 euros a los que cotiza desde que hace un mes volvió a la tablilla de la mesa del cereal.

Los dos principales cereales para la provincia de Palencia sufren, pues, un importante retroceso: si la cebada ha perdido toda la revalorización que había ganado en lo que va de 2025 —y vuelve a precios del verano de 2021—, el trigo ha regresado a la cotización de mediados del pasado diciembre y también se sitúa en rangos que ya se pagaban en ese verano de 2021.

Sobra decir que desde entonces —es decir, en el último cuatrienio— los insumos, costes y amortizaciones de inversión que soportan nuestros agricultores se han comportado de manera bien diferente. Y la sombra de un mayor aumento de los fertilizantes, debido a los aranceles a estos productos procedentes de Rusia y Bielorrusia, puede acentuar todavía más ese desfase: algunas fuentes cifran en torno a los cien euros por tonelada la diferencia entre el precio actual del grano y el que garantizaría una rentabilidad al productor cerealista.

INCERTIDUMBRE. Según explican desde la lonja leonesa, «la avalancha de aranceles propuesta por la administración americana y la postura de diversos países de sentarse a negociarlos, no acaba de despejar las dudas de un reajuste internacional de los mercados exportadores», una incertidumbre que ha frenado las operaciones.

En ese sentido, las mismas fuentes apuntan que el descenso en la cotización del petróleo podría ser un indicador que anticipe una posible desaceleración económica. Más allá de los vaivenes de Trump, parece que el pulso de EEUU y China no afloja.

De momento, los cereales de invierno presentan buen aspecto en el campo. Pero está claro que hoy día es tan sólo uno de los ingredientes para cocinar la rentabilidad de nuestras explotaciones./