Investigadores de la Institución Oceanográfica Woods Hole, con sede en Estados Unidos, afirman en un estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, que la persistente falta de lluvias que periódicamente ocurre en la península ibérica se debe al comportamiento del anticiclón de las Azores de manera que, cuando éste aumenta de tamaño, la expansión hace que las lluvias se desvíen de España y Portugal. Los modelos utilizados indican que cuando el anticiclón tiene un aumento sustancial se pueden reducir las precipitaciones prácticamente en un tercio.

Según indica el documento, el hombre afecta al clima desde aproximadamente 1850, con la Revolución Industrial, y los cambios que está habiendo desde entonces no tienen precedentes en los últimos 1.200 años, algo que han deducido estudiando las estalagmitas de la cueva Buraca Gloriosa (Portugal).

La investigación indica que en los últimos 12 siglos los períodos de gran expansión del anticiclón de las Azores se producían uno de cada diez años. En el siglo XX, estos crecimientos del anticiclón se produjeron con mayor frecuencia, concretamente una vez cada siete años. Por último, en los 25 años que van de 1980 a 2005 la frecuencia aumentó a una gran expansión del anticiclón cada cuatro años, lo que indica que la nuestra península está experimentando las peores sequías de los últimos 1.200 años.