El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) no prevé ayuda directa alguna a los ganaderos afectados por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), dado que causa baja mortalidad y no se trata de una enfermedad de erradicación obligatoria que mueva a sacrificios forzosos de reses. El Ministerio indica que las comunidades autónomas sí tienen la competencia para «financiar y arbitrar ayudas con las que hacer frente a estas situaciones, si lo consideran oportuno». Así lo ha manifestado el ministro Luis Planas en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural celebrada este lunes, 30 de octubre, en la que se ha aprobado el reparto territorial de 4,3 millones de euros para programas de sanidad animal. Con esa transferencia, se eleva ya a 13,2 millones de euros la partida derivada de la administración central Gobierno a las comunidades autónomas este año para combatir las enfermedades de los animales.
La nota de prensa del MAPA que resume la conferencia reconoce que «una de las epidemias que más afecta ahora mismo a la cabaña bovina, por su extensión en todo el territorio al ser propagada por un mosquito —se han detectado casos ya en todas las provincias—, es la enfermedad hemorrágica epizoótica».
El Ministerio, por boca de su titular en funciones, asegura que «desde que se detectó el primer brote en noviembre de 2022, ha contado con un plan de actuación coordinado con las comunidades autónomas, al igual que con el resto de enfermedades animales». Asimismo, añade que se pactó con las regiones «adoptar una estrategia consistente en no limitar los movimientos en el interior del país y permitir los de los animales no sintomáticos, previa desinfección de animales y vehículos».
Planas afirmó que la «sanidad de la producción agraria es una prioridad de primer orden para el Gobierno», reflejada en los Presupuestos Generales del Estado con más de 40,4 millones de euros en el ejercicio de 2023. El ministro defendió que sus políticas en la materia «se aplican en coordinación y colaboración con las comunidades autónomas, algo imprescindible para conseguir los objetivos de combatir y erradicar las enfermedades, que tiene que quedar fuera de luchas políticas».
PROPORCIONALIDAD. «El objetivo —ha asegurado— era adoptar, en todo momento, medidas proporcionales a las consecuencias de la enfermedad, sin generar problemas adicionales a los ganaderos, como los derivados de las restricciones al movimiento que, además de no impedir la propagación del vector, hubieran sido más onerosas para el sector que la propia enfermedad».
En cuanto al reparto de competencias en sanidad animal, Planas precisa que al Ministerio le corresponde la coordinación general del sistema, y el apoyo a la financiación del control y erradicación de las enfermedades y las plagas más importantes, de acuerdo con la normativa comunitaria.
«SE SUELE CURAR». En ese sentido, el ministro sostiene que «esta financiación solo se corresponde con las enfermedades de erradicación obligatoria, en las que es imprescindible el sacrificio del ganado afectado como medio para controlar la enfermedad, algo que no sucede en el caso de la EHE». Según la nota de prensa del MAPA, «la enfermedad se suele curar con tratamiento y tiene un índice de mortalidad muy bajo, que apenas llega al 1%».
Planas ha recordado que las comunidades autónomas sí tienen la competencia para financiar y arbitrar ayudas con las que hacer frente a estas situaciones, si lo consideran oportuno. La Junta de Castilla y León anunció ese mismo día que destinará seis millones de euros a esas ayudas y que prevé aprobarlas en la próxima reunión del gobierno regional.
El Ministerio añade que «solo financia los sacrificios obligatorios dentro de los programas de erradicación de las enfermedades». No obstante, en referencia a la EHE, Planas adelantó que «cuando concluya el ciclo anual de expansión del vector, con la información que nos faciliten los servicios de las comunidades autónomas, haremos un balance final del alcance de esta enfermedad»./