La Lonja de León ha dado por finalizada este miércoles, 4 de diciembre, una campaña de girasol muy complicada desde la perspectiva meteorológica, ya que se prolongó en exceso la cosecha, con daños localizados en algunos puntos, como sucedió con el paso del temporal Kirk. Aun con rendimientos más bajos de los esperados inicialmente, los precios sí han resultado aceptables: el girasol convencional arrancó a finales de septiembre a cuatrocientos euros y ha ido ganando cotización hasta los 445 €/t, mientras el alto oleico, que empezó a 415 €/t ha terminado en 470 €/t.

En todo caso, estos precios pueden llevar a engaño, porque simplemente han situado la oleaginosa en niveles adecuados, tras la burbuja del bienio 2021-2022 —tanto de costes como de venta de producto— consecuencia de la guerra de Ucrania, gran país exportador de girasol; y después de varios años de infravaloración de este producto agrario, incluida la campaña anterior.

La gráfica adjunta, con datos oficiales (Observatorio de precios de los productos agrarios y ganaderos, de la Junta de Castilla y León), recoge el precio del girasol en la provincia de Palencia de 2015 a 2024, y muestra su evolución, con esa infravaloración durante casi todo el periodo, también la pasada campaña de 2023, con la excepción de la mencionada burbuja inflacionista de costes y precios de venta de las campañas 2021 y 2022.

De hecho, en toda esta última década, la tonelada de girasol apenas se habría revalorizado el 20%, lo que ni siquiera cubre el IPC de ese periodo, que llegó al 23,6 %, según el INE; y sólo en este tramo final de campaña se habría situado —si atendemos a esos últimos precios de la lonja leonesa— en los 445 euros/tonelada que corresponderían al IPC de la última década.

Y, pese a que el girasol se trata de un cultivo con costes relativamente menores, no es descartable que en la década hayan subido en proporción mayor que la inflación general, en especial a raíz de la guerra de Ucrania, que ha dejado determinados insumos agrarios en niveles elevados.

56 700 HECTÁREAS. En la provincia de Palencia se habían sembrado esta pasada campaña unas 56 700 hectáreas de girasol, con unos rendimientos que han ido bajando sobre las estimaciones iniciales y, finalmente, han rondado los 1100 kilos/hectárea, incluidos los regadíos (7200 hectáreas, aproximadamente). En general, ni los secanos han alcanzado los mil kilos/hectárea, ni los regadíos los dos mil kilos/hectárea, rendimientos que sí se esperaban avanzado el verano.

Por lo demás, la Lonja de León visó en esta primera sesión de diciembre una nueva subida de la patata agria hasta los 280 euros/tonelada (ya con poca producción en manos del agricultor no almacenista), y dejó una semana más los cereales en las mismas cotizaciones, a la espera de noticias de los mercados internacionales y de la incierta situación geopolítica mundial, así como de si se materializa o no el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur, que puede añadir un elemento más de tensión bajista de unos precios subterráneos que están motivando las justas movilizaciones de nuestros productores cerealistas./