ASAJA considera que las inspecciones se estaban realizando bajo criterios arbitrarios y lesivos para los agricultores, sin garantizar mayor seguridad vial
En la reunión celebrada con los responsables de las organizaciones agrarias, ASAJA de Castilla y León entre ellas, en la Dirección General de Industria e Innovación Tecnológica de la Consejería de Economía de la Junta, su responsable, Carlos Martín Tobalina, se ha comprometido a paralizar las Inspecciones Técnicas a tractores agrícolas hasta que se revise con el sector cómo han de efectuarse. El problema ha surgido a raíz de una interpretación de la instrucción de procedimiento seguido por las ITV que ASAJA considera “arbitraria y lesiva” para los agricultores, puesto que considera como no homologables la mayoría de las cabinas que se montaron en los tractores que se matricularon en la década de los ochenta, muchos de ellos todavía en funcionamiento en nuestros campos.
Estos tractores venían de fábrica con un doble arco de seguridad, y sobre él talleres e incluso franquicias oficiales de las marcas montaron cabinas (que hoy técnicamente califican como “revestimientos”). Fue la práctica habitual durante muchos años y el agricultor nunca fue conocedor de que estaba adquiriendo un producto que no contaba con la homologación oportuna. Durante todos estos años, estos tractores han circulado sin problemas, y de hecho las adaptaciones que se han pedido a raíz de la nueva interpretación de una norma que no ha cambiado, no afectan para nada a la seguridad vial.
Tras la reunión, el director general se ha comprometido a paralizar por el momento estas polémicas inspecciones, y ha fijado una nueva reunión para el viernes 14 de marzo con los representantes de las organizaciones agrarias, con el objetivo de estudiar el modo más sensato de actuar en el futuro. Aunque la normativa es de carácter nacional, las comunidades autónomas tienen la potestad de interpretarla y aplicarla, y de hecho en este tema cada región está tomando decisiones diversas. Desde ASAJA, “esperamos que fruto de estas reuniones con la Dirección General se consiga que los tractores de los años ochenta, que hasta ahora se consideraban que eran aptos para circular, lo sigan siendo, sin más complicaciones”. Solo en Castilla y León, el número de tractores afectados por estos cambios podría superar las 15.000 unidades.