La Lonja de León celebrada esta semana constata nuevos repuntes en la mesa del cereal, pero ya más débiles que en sesiones precedentes. Tres euros por tonelada subieron el trigo, la cebada y el centeno, mientras la avena apenas se revalorizó en dos euros. En todo caso, seguimos en cotizaciones bajísimas, como viene denunciando ASAJA-Palencia, muy similares a las que se daban ahora hace tres años, que arriesgan la rentabilidad de nuestra agricultura cerealista, y llenan de incertidumbre a los profesionales ante la nueva sementera. Pero ni los piensos ganaderos, ni los alimentos con base cerealista muestran en la cesta de la compra esa regresión a precios de hace un trienio.

Desde la Lonja de León señalan que «las noticias que llegan de los mercados internacionales son dispares y por tanto la cautela parece imponerse en estos momentos». Esto explica en parte que la escalada de los precios del cereal se vaya ralentizando.

Por un lado, pese a las protestas del sector agrario, no se atisban cambios en las importaciones masivas de grano sin arancel que llegan a los puertos españoles. Si bien las reglas se deciden en escenarios mundiales, nada obliga a que España sea el primer comprador de cereales de Ucrania, según Unistock, la Asociación Española de Almacenistas Portuarios de Granos, Cereales y Derivados.

Con el consiguiente daño al productor español, nuestro país se ha situdao ya por delante incluso de China, tradicional primer socio comercial suyo en esta rama cerealista, y una potencia cuyas dimensiones demográficas y económicas no son comparables a las de España.

CONTEXTO MUNDIAL. Dicho de otro modo, más que la perspectiva de un cambio de esa política de «puertos abiertos», parece que la lenta recuperación del cereal se debe más biena la incertidumbre que genera el conflicto de Próximo Oriente (que de agravarse complicará las redes internacionales de transporte de mercancías), así como a las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

En su informe de octubre sobre producción mundial de cereales 2024-2025, el USDA revisó a la baja en 5,2 millones de toneladas su anterior estimación, con gran protagonismo del trigo en ese descenso (2,8 millones de toneladas menos). En todo caso, hablaríamos a nivel global de 794 millones de toneladas, cuatro más que en la campaña anterior. Del descenso del trigo sobre la previsión anterior del USDA, un millón de toneladas menos corresponden a la Unión Europea y otro a Rusia.

El maíz sigue sin cotizar todavía en la lonja leonesa debido que las abundantes lluvias impiden acceder a la mayoría de las fincas y está retrasando esa labor que otros años ya se había efectuado en gran medida a estas alturas de año. Tanto el girasol como los forrajes repitieron los precios con respecto a la semana pasada./