Transcurrido un año desde el inicio del gobierno socialista, en el cual los agricultores y ganaderos teníamos puesto nuestro objetivo en la reforma europea de la Política Agraria Común, nos encontramos ahora con que durante este periodo las decisiones políticas tomadas para el campo palentino o son escasas, o aquellas que se han adoptado han sido perjudiciales para nuestros intereses.
De las promesas electorales y las críticas efectuadas por el PSOE al anterior gobierno ya nadie se acuerda. No se ha acordado la ministra de Sanidad de retirar el inservible certificado veterinario, y las indemnizaciones por sacrificio tanto por enfermedades como por epidemias, tampoco han aumentado ni se han puesto a tono con el mercado actual.
Si hemos empezado con este ministerio, de poca relación con el sector agrícola y ganadero, pasamos a otro, el de Medio Ambiente, en el cual su titular, la ministra Narbona, ha hecho todo lo posible conjuntamente con la presidenta de la CHD, por hacer las labores agrícolas más penosas y caras. Las infraestructuras que a esta provincia afectaban y que estaban presupuestadas y en ejecución, como el pantano de Castrovido, las han dejado en estado preocupante para la provincia de Palencia, pasando de ser un embalse a un proyecto para una charca de ranas.
No se ve la luz para los nuevos embalses de la zona del Valdavia, obras paralizadas y retrasadas en el Ministerio de Medio Ambiente. Y tampoco han tenido la misma claridad de actuación que cuando eran oposición con relación a la cuenca del Carrión. Ni qué decir tiene que la nueva cultura del agua que propone la señora ministra perjudicará y hará más caras las tareas de riego en los campos palentinos.
En materia de Seguridad Social, el señor Caldera poco o nada ha hecho para mejorar las míseras pensiones y las bajas prestaciones del sector agrícola y ganadero, e incluso se alzan voces en contra de clarificar el Régimen Especial Agrario y actualizarle de acuerdo con los años en que vivimos, y más bien pretenden suprimirle y pasar a todos los agricultores al RETA.
Pero donde verdaderamente se ha visto la falta de política -y cuando se ha relizado, ha sido en contra del sector- agraria, es en el MAPA, con una ministra inexperta, sin conocimientos sobre agricultura y ganadería, y un secretario general, el señor Moraleda, acostumbrado en su anterior etapa a la demagogia y el enredo, que ha seguido practicando en su nuevo cargo, pero además, ahora con poder.
Quizá las dos actuaciones principales durante este año han sido la aprobación de la nueva PAC, con un desacoplamiento parcial de las ayudas y la intención de aplicar los máximos impuestos posibles al campo, alcanzando entre un 15 y un 20 por ciento de reducción de las ayudas para los próximos años.
Además los representantes ministeriales han tenido la habilidad de comprar tanto a Coag como a Upa y a quien firma a nivel nacional por parte de las coooperativas.
Nos hemos encontrado, en definitiva, con una pésima actuación sin criterio agrícola ni ganadero pero sí con una buena dosis de demagogia y engaño, la misma que sirvió a Moraleda para poner un parche en la crisis del gasóleo, y querer pagar a un sector con verdadera crisis económica con cuatro euros.
Los agricultores y ganaderos palentinos nos hubiésemos conformado con que el señor Moraleda nos hubiese dado la mitad de lo que el pedía cuando era secretario general de la Upa, pero se ve que eso de tener coche oficial y sentarse en el sillón del MAPA hace perder la memoria y cierra las posibilidades a los agricultores y ganaderos.
Para finalizar, si éste es el camino que vamos a seguir en los próximos años, un futuro negro le espera a la agricultura y la ganadería, y por lo tantolos agricultores y ganaderos tendremos que seguir luchando con más fuerza y más unidos para contrarrestar la falta de ideas y presupuesto de este gobierno.