ASAJA-Palencia ha aprovechado su tradicional balance del año agrario para animar a los profesionales del campo a acudir a la concentración convocada por ASAJA y COAG a nivel nacional ante el Ministerio de Agricultura en Madrid el próximo lunes, 16 de diciembre (11:00 horas). Nuestra organización considera que los problemas del sector agroganadero (baja rentabilidad, burocracia, tsunami normativo, criminalización de la carne, costes elevados, escasez de mano de obra…) continúan igual que hace un año, cuando se desencadenaron las movilizaciones, y que incluso llegan nuevas amenazas como el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur.

La junta provincial de ASAJA en Palencia, presidida por José Luis Marcos, se reunió en la mañana de este martes, 10 de diciembre, en la habitual cita para repasar el año agroganadero y analizar los resultados y los principales desafíos que afronta el sector.

El presidente de ASAJA-Palencia, José Luis Marcos, comparece ante los medios de comunicación tras la junta provincial de balance del año agrario, junto con el presidente regional, Donaciano Dujo, y el vicepresidente de nuestra organización en Palencia, Lorenzo García Valenceja.

Aunque agronómicamente ha resultado un año de rendimientos relativamente buenos, los altos costes de producción y, sobre todo, los bajos precios a los que se están pagando los cereales por la incontrolada importación de grano, están motivando que los agricultores no obtengan rentabilidad suficiente que garantice la continuidad de estos cultivos.

MENOS SUPERFICIE. José Luis Marcos destacó que los precios del cereal han bajado en torno al 40 % en los dos ultimos años, sin que los costes lo hayan hecho en esa proporción, sino que siguen en niveles elevados desde que se desató la guerra de Ucrania. Estó está llevando al abandono del cereal, cultivo tradicional y emblemático de la provincia, según afirmó el presidente de ASAJA en Palencia, quien subrayó la pérdida de superficie cerealista que se viene observando en los últimos años en nuestro territorio.

Idéntico fenómeno se está registrando a nivel regional, según expresó Donaciano Dujo, en una comparecencia ante los medios informativos y en el tradicional almuerzo de balance con los directivos y empleados de ASAJA en Palencia. Ese abandono del cereal es aún más acusado en algunas provincias y áreas de Castilla y León donde resulta difícil, por no decir imposible, alcanzar los rendimientos superiores a 3500 kilos por hectárea que exigen los actuales costes y los precios que se están pagando hoy por el grano para que se equilibren las cuentas.

Donaciano Dujo, presidente de ASAJA-Castilla y León, durante sus palabras de clausura del acto de balance del año agrario 2024, celebrado este martes en Palencia.

Dujo cifró en medio millón de hectáreas menos de cereal las que en esta nueva campaña 2024-2025 pueden haberse sembrado en el conjunto de la comunidad con respecto a los dos millones de media que se venían cultivando. «Y no sólo se siembran menos, sino que también se abonan menos, lo que aún arriesga más la rentabilidad, porque los costes son altos y las cuentas así no salen», señaló.

GANADERÍA. Por lo que respecta a la ganadería, tanto Marcos como Dujo coincidieron en manifestar que este 2024 se han abonado a los profesionales precios justos por la leche y por la carne, si bien hay amenazas y contratiempos como las enfermedades, la escasez de mano de obra en el medio rural, o que siga vigente la sobreprotección del lobo, cuyos ataques a la ganadería palentina son crecientes desde que en septiembre de 2021 el Gobierno de España elevase su estatus a «estrictamente protegido».

Por ello, ASAJA-Palencia va a poner a disposición de los asociados autobuses que partirán el lunes 16 de diciembre, a las 6:30 horas de la mañana, desde la Nueva Balastera para acudir a Madrid a concentrarse ante el Ministerio de Agricultura, y reclamar un cambio de rumbo en las políticas agrarias, así como que España vote en contra del acuerdo UE-Mercosur.

Desde nuestra organización no hay rechazo al libre comercio entre los países, que además puede abrir mercados a nuestra producción agroalimentaria, pero sí se reclama la exigencia de que cualquier producto agroganadero que entre en el espacio comunitario cumpla las estrictas normativa que se aplica en los países europeos «para poder competir en igualdad de condiciones»./