Los lobos han matado esta noche a un ternero de una ganadería de vacas limusinas de San Mamés de Zalima, pedanía de Salinas de Pisuerga. El ganadero José Ángel Olea Pérez se encontraba los restos por la mañana, prácticamente los huesos, y se lamentaba por las importantes pérdidas por ataques de lobo que lleva sufriendo en los últimos meses.
Se trata del quinto animal que pierde por ataque de lobos en 2016, a los que hay que sumar 27 animales más en 2015. Alguna de las vacas que estaban para parir y que han sido devoradas por los lobos supera un valor de 1.500 euros, según señala el afectado. “El año pasado he trabajado para los lobos”, se lamenta el ganadero, quien sólo hace quince días que había perdido otra vaca por esta misma causa.
José Ángel Olea asegura que por la zona donde tiene su ganadería nunca se habían visto tantos lobos como en los últimos meses. “Ha aumentado mucho la población de lobos, vienen en grupos de hasta 6, incluso se les ha visto en medio del pueblo”, se lamenta, y pide a la Junta que “si quiere tener lobos, que los mantenga, porque los ganaderos estamos hartos de tener que alimentarlos nosotros”.
Este ganadero que lleva “toda la vida” dedicado a sus animales, dice que está harto de esta situación. Incluso reconoce que su salud se está resintiendo, ya que cada noche se levanta hasta tres veces para vigilar el ganado ante un posible ataque.
Una situación similar vive Juan Antonio Montiel, ganadero de Verbios (Barruelo) , víctima de los ataques del lobo en su ganadería, también de vacas limusinas, que este año ya contabiliza cinco terneros muertos.
Desde Asaja venimos denunciando una situación que se repite cada año, y que últimamente se ha recrudecido, multiplicándose los ataques del lobo en la provincia. Recogiendo la demanda de los ganaderos, Asaja pide solución a este problema y que se compensen con rapidez y justamente las pérdidas económicas que sufren, ya que debe valorarse y pagarse el lucro cesante que genera un ataque de lobo.