Las organizaciones agrarias ASAJA y la Alianza UPA-COAG invitan a todos los agricultores y ganaderos de Castilla y León a que se sumen y participen en la concentración prevista para este próximo viernes 11 de octubre, a las 12 del mediodía, ante las puertas de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, para defender la rentabilidad de los cultivos cerealistas de nuestra comunidad.

Con el lema Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción, las organizaciones convocantes quieren denunciar la crisis económica que sufre el sector. Esta crisis se debe, por una parte, al elevado coste de los factores de producción (fertilizantes, semillas, fitosanitarios, energía, etcétera) y, por otra, a un mercado devaluado por el efecto de importaciones masivas de cereal ucranio. Asimismo, ese mercado está afectado por la especulación de operadores que utilizan esas importaciones para bajar los precios a las producciones locales, sin que los ganaderos estén observando ningún abaratamiento en los piensos.

ASAJA-Palencia anima a todos los agricultores y ganaderos de nuestra provincia a secundar esta protesta ante la Delegación del Gobierno en Castilla y León (Francesco Scrimieri, 1 – 47014 Valladolid; junto a la Cúpula del Milenio). Son varias campañas consecutivas ya de números rojos para el sector cerealista debidas a causas diversas, que a menudo se han solapado en el tiempo: bajos rendimientos de cosecha por la sequía, costes de producción disparados, hundimiento de los precios por la importación incontrolada de grano, plagas de topillos y otros daños de la fauna silvestre…

COSTES DISPARADOS. Según el último informe del propio Ministerio de Agricultura sobre precios pagados por los agricultores (con datos hasta junio de este año), desde 2020 los costes de producción han subido de promedio el 25 %, con aumentos aún más acusados en bienes vitales para el cultivo del cereal en nuestra comunidad, como los fertilizantes (+45 %) y los carburantes (+49 %).

Estas pérdidas sostenidas están repercutiendo ya en un descenso de las superficies de siembra, que se ampliará esta campaña si los agricultores no reciben signos claros de que el cereal tiene futuro. Para ello, son imprescindibles medidas concretas de apoyo por parte de los responsables políticos, en cuyas manos está la supervivencia de un sector agrario vital para Castilla y León, tanto en términos económicos como de empleo directo e indirecto.

400.000 HECTÁREAS MENOS EN TRES AÑOS. El gráfico adjunto revela con claridad el paulatino descenso en la superficie de cereales en Castilla y León, acentudado en las dos últimas campañas. Reproduce el gráfico de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos del Ministerio de Agricultura con los datos de cereales grano disponibles en ella (años 2010 a 2023), a los que ASAJA ha añadido ya la superficie PAC 2024.

La región se venía moviendo desde 2010 en algo más de dos millones de hectáreas sembradas de cereal (con campañas por encima de los 2,1 millones). Pero la de 2022 mantuvo a duras penas el listón de los dos millones de hectáreas, la de 2023 bajó ya alarmantemente a los 1,92 millones y en esta última de 2024 ronda los 1,7 millones.

Es decir, se han perdido del orden de 400.000 hectáreas de superficie de cereal en Castilla y León en apenas tres campañas. Para hacernos una idea, equivale prácticamente a la mitad de la superficie total de la región dedicada esta última campaña 2023-2024 al trigo (unas 787.000 hectáreas). Si esto no es una reconversión encubierta de un sector agrícola vital para el empleo y la economía de nuestra comunidad… /