El Ministerio de Agricultura confirma la presencia de la epizootia en una explotación ganadera de la capital
Nuestra organización recuerda que no afecta al ser humano y que los productos pueden consumirse sin problema
Los profesionales deben mantener la vigilancia de las explotaciones y prevenir mediante repelentes e insecticidas
ASAJA critica la ausencia de ayudas para los sobrecostes y los daños en la producción que causa la enfermedad
Tras aparecer en Palencia, la enfermedad hemorrágica epizoótica ya afecta a todas las provincias de Castilla y León
ASAJA-Palencia lamenta la llegada a la provincia de Palencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), al tiempo que critica la total inacción tanto en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que se limita a comunicar la aparición de casos; como en la Junta de Castilla y León, cuya Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural anunció hace un mes unas ayudas que aún se esperan, y que se ha centrado, de la mano de sus homólogas en Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana, en acusar de pasividad a la administración central. Tras confirmar este jueves el Ministerio la presencia de la EHE en una explotación de vacuno en la capital palentina, nuestra organización recuerda que esta epizootia no afecta al ser humano, y que los productos ganaderos (carne, leche, piel…) pueden consumirse sin problema alguno. Como ya hizo desde que la EHE entró en la comunidad, ASAJA recuerda a los ganaderos que deben extremar la vigilancia de sus explotaciones ante la aparición de síntomas, que están obligados a declarar a la autoridad veterinaria si surge esta enfermedad y que, en ausencia de vacunas, cabe prevenir mediante el uso de repelentes e insecticidas. Nuestra organización critica que aún no se hayan aprobado ayudas para estos sobrecostes y otros que se aplican en medicamentos, gastos veterinarios y recursos adicionales en personal y alimentación), ni para paliar daños que causa la enfermedad en las explotaciones (morbilidad, abortos, pérdidas de peso, producción y capacidad reproductiva, etcétera).
Tras la llegada a Palencia del primer caso, ya se ven afectadas por la presencia de la EHE todas las provincias de Castilla y León, donde se han registrado docenas de brotes desde el primero que se detectó a comienzos de agosto en Salamanca. La cabaña ganadera regional presenta a estas alturas de año miles de reses muertas más que el pasado 2022 por estas fechas, según reconoce la propia Consejería de Agricultura, que hace cuarenta días se dirigió por carta al ministro del ramo, Luis Planas, para exigirle medidas urgentes para ayudar a los ganaderos afectados.
Pese a la gravedad en prácticamente todo el territorio peninsular de esa situación epizoótica, transmitida a través de insectos del género culicoides, el Ministerio «sigue poniéndose de perfil» (algo que también viene denunciando la Junta), confiado acaso en que la bajada de temperaturas vaya frenando el contagio, sin reparar en los enormes perjuicios que ya viene ocasionando desde hace meses en la ganadería de vacuno.
TEMOR A LOS DAÑOS. José Luis Marcos, presidente de ASAJA-Palencia, explica que «los ganaderos de nuestra provincia temen que, además del aumento de la morbilidad en sus explotaciones, esta llegada de la EHE, que era cuestión de tiempo, desencadene aquí los mismos perjuicios que ya se padecen en otras zonas del país donde la EHE se desató hace tiempo».
Esos daños afectan en especial a las hembras a término de gestación, que sufren abortos; y a las reses en general, con severas pérdidas de peso, lo que repercute en merma de producción y de capacidad reproductiva, con el consiguiente menoscabo en la rentabilidad de las explotaciones.
Aparte de criticar al Ministerio por quedarse «de brazos cruzados», la Consejería de Agricultura tampoco ha concretado ni aprobado en qué van a sustanciarse las ayudas que anunció hace un mes, y este miércoles canceló la rueda de prensa convocada para comunicar ese apoyo al sector. La Junta se ha limitado, hasta la fecha, a intentar frenar la expansión de la enfermedad reforzando los protocolos de aviso, vigilancia y control de las explotaciones afectadas y la colaboración con la empresa de recogida de cadáveres.
LA ‘INACCIÓN’ CONJUNTA. La administración regional, eso sí, ha reclamado a la central que aborde de manera conjunta con las autonomías cuestiones tales como las medidas de control de la enfermedad, con especial mención a la bioseguridad y la posibilidad de vacuna preventiva; las posibles ayudas directas por parte del Ministerio; la ampliación de las coberturas para que Agroseguro cubra la EHE; y el procedimiento para evitar penalizaciones por bajas e infertilidad.
Hace mes y medio, en la inauguración de la feria Salamaq, el ministro Planas se comprometió a reunirse con las autonomías para coordinar las medidas, encuentro que aún no se ha producido. Por su parte, tanto la Consejería de Agricultura, en el marco del Consejo Agraria, como la Portavocía de la Junta —al término de un Consejo de Gobierno— anunciaron hace ya un mes que articularían ayudas. «ASAJA-Palencia espera que los ganaderos de nuestra provincia no sigan pensando que unos por otros, la casa sin barrer», concluye el presidente de la organización profesional, José Luis Marcos./