Con ocasión de la celebración hoy 8 de marzo del Día de la Mujer, ASAJA defiende la participación real y compartida de las mujeres y de los hombres rurales en todos los ámbitos: laborales, económicos, sociales y personales. “Más allá de postureos y proclamas de cara a la galería, las mujeres rurales necesitan hechos, posibilidades de desarrollar en los pueblos sus carreras profesionales y su vida personal, con libertad y compartiendo las responsabilidades de igual a igual con los hombres”, subraya la organización agraria.
ASAJA, como organización de profesionales autónomos, entiende que una ganadera, una agricultora o una mujer que tiene personas a su cuidado, difícilmente puede aparcar el trabajo urgente para hacer un paro, y menos en el medio rural, donde apenas hay recursos de apoyo social. La opción de ASAJA es defender de forma eficiente y real a las mujeres, tanto a las que llegan al sector, que suponen cerca del 20 por ciento de las incorporaciones, como las que ya están trabajando, y en general a todas las que forman parte de las familias rurales.
Así, ASAJA ha pedido a las administraciones un mayor impulso a fórmulas que promueven la participación real de las mujeres en las explotaciones agroganaderas como es la titularidad compartida. Pese a que Castilla y León es la comunidad que encabeza las inscripciones en el registro de titularidad compartida, las cifras son todavía muy pequeñas y no reflejan la realidad de la presencia de las mujeres en el trabajo diario de numerosas explotaciones.
Desde la aprobación en 2012 de la Ley de Titularidad Compartida (TC) y la posterior puesta en marcha del registro, en las oficinas de ASAJA se ofrece toda la información sobre el tema a los interesados, casi siempre parejas que trabajan en el sector. Pero solo en unos pocos casos se termina realizando la inscripción. Aún así, Castilla y León, con 144 explotaciones de TC, encabeza el ranking nacional, seguida por Castilla-La Mancha, y ya a mucha distancia el resto de comunidades autónomas. Buena parte de esas inscripciones se han tramitado en las oficinas de ASAJA.
Para ASAJA, todo lo que contribuya a incorporar de forma activa a las mujeres al sector redunda en beneficio del futuro de la agricultura y ganadería y también de la vida en el medio rural. Pese a que muchas mujeres comparten tareas agrícolas y sobre todo ganaderas de las explotaciones familiares con sus parejas, esta labor ha sido muchas veces invisible a efectos legales.