El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, ha enviado esta semana una carta al embajador permanente de España ante la Unión Europea (UE), Marcos Alonso, para advertirle del «efecto directo en los costes de producción del sector ganadero» que implica subir los aranceles de entrada a la soja de Estados Unidos. Nuestra organización aboga por excluir de la guerra arancelaria los productos agroalimentarios, porque pueden tener un «efecto inmediato sobre los precios al consumidor final, lo que agravaría la inflación alimentaria y mermaría aún más el poder adquisitivo de las familias españolas». 

Las habas de soja no usadas para siembra figuran entre los 1700 artículos procedentes de Estados Unidos en los que la Comisión Europea quiere aplicar un arancel del 25 %. Se trata del producto de ese listado que más se importa del país americano a España (cerca de 650 millones de euros en 2024), y es un componente esencial de la alimentación animal. El 45 % de la soja que importa España procede de Estados Unidos.

«Imponer barreras a este insumo tendría un efecto directo en los costes de producción del sector ganadero», ha señalado nuestro presidente en su carta, donde traslada al Gobierno de Espala la «profunda preocupación» ante la posibilidad de que productos agroalimentarios puedan verse incluidos en futuras medidas comerciales adoptadas por la UE como respuesta a las decisiones arancelarias del Ejecutivo que preside Donald Trump. 

AUTONOMÍA ESTRATÉGICA. «Instamos al Reino de España a mantener una postura firme y clara en defensa de la exclusión de los productos agroalimentarios de cualquier medida arancelaria de represalia», ha reclamado Barato, quien aboga por defender la construcción de la autonomía estratégica de la UE «sobre el refuerzo de las capacidades productivas y el mantenimiento de cadenas de suministro estables y asequibles». 

Barato destaca que en torno al 60 % de las importaciones agroalimentarias de España dependen de países extracomunitarios, y que muchas de ellas, son «insumos estratégicos para el funcionamiento diario de las explotaciones agrícolas y ganaderas». 

A su juicio del líder nacional de ASAJA, la subida de aranceles de entrada a la UE tendría un «impacto altamente perjudicial sobre la seguridad alimentaria, la estabilidad de los mercados y, muy especialmente, sobre nuestros agricultores y ganaderos, que ya enfrentan un entorno de creciente incertidumbre, costes disparados y márgenes cada vez más reducidos». 

RIESGO INFLACIONARIO. También se advierte en la misiva de nuestro presidente el riesgo de un «efecto inmediato sobre los precios al consumidor final, lo que agravaría la inflación alimentaria y mermaría aún más el poder adquisitivo de las familias españolas». 

Barato ha recordado al embajador español ante la UE que más del 35 % de las exportaciones de aceite de oliva y alrededor del 30 % de las de vino en 2023 se enviaron a Estados Unidos, por lo que «cualquier medida arancelaria sobre estos productos no solo afectaría gravemente a nuestro sector agroexportador, sino también a su imagen de marca». 

En ese sentido, ha hecho hincapié en que la UE actúe con determinación ante «decisiones comerciales injustificadas», pero que a la vez aplique «inteligencia estratégica para salvaguardar el acceso de insumos esenciales para el sistema agroalimentario» tanto español como europeo./