Recientemente se ha aprobado, por parte del Congreso de los Diputados, la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, aprobada originariamente en el año 2013 y que se ha mostrado totalmente ineficaz. Esta modificación ha servido para, a su vez, trasponer la Directiva europea sobre prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro agroalimentario.

Entre otras medidas importantes, la modificación prohíbe la venta a pérdidas y precisa que los contratos deben cubrir el coste efectivo de producción de los productores, algo que hasta ahora no se está produciendo y está llevando a la ruina al sector lácteo.

Una vez sea publicada esta normativa, el Gobierno y la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) deberán ponerse a trabajar para evitar que los ganaderos estén cobrando por su leche menos dinero del que les cuesta producirla. Así mismo, deberán definir un coste de producción oficial por debajo del que todo contrato de compra de leche deberá ser declarado ilegal.