El metano es un gas que preocupa mucho por lo negativo que es para el efecto invernadero y se estima que la rumia de los animales de granja supone un 18% del total de las emisiones mundiales.
Para mitigar estas emisiones se está trabajando a nivel mundial desde hace varios años en la posibilidad de introducir algas rojas del género Asparagopsis en la dieta de los rumiantes con el fin de evitar en lo posibles la formación de metano por parte de los animales rumiantes. Esto sucede porque estas algas producen una sustancia conocida como bromoformo al descomponerse, y el bromoformo inhibe la producción de metano. El centro investigador que está desarrollando este tema es el CSIRO, con sede en Townsville (Australia), y ya están viendo la forma de realizar el cultivo de estas algas.
Un reciente estudio ha demostrado una reducción del 98% de la producción de metano del vacuno de carne, en este caso de raza Angus, introduciendo un 0,2% de algas en su dieta y además se ha detectado un aumento de la ganancia media diaria del 42%, ya que los animales no precisan de realizar un gasto energético para generar el metano.
En años anteriores también han estudiado que la eficiencia de estas algas en ovejas es a su vez muy alta ya que reducen un 80% las emisiones de metano. También se han realizado estudios en vacuno de leche, en el que se ha demostrado una reducción de la generación de metano del 67%.
Éste es un paso más de la ganadería en pos de la mejora del medio ambiente para el cuidado de nuestro planeta. Queda mucho por hacer pero cada día se avanza un poco más, en éste y en otros campos, aunque el ciudadano de a pie pueda no percibirlo.