Los manifestantes exigieron ante la Delegación de la Junta y la Subdelegación del Gobierno el control de la fauna salvaje y el fin de los ataques y la criminalización que sufren los profesionales del sector

 

De multitudinaria se puede calificar la protesta celebrada a mediodía de hoy por las calles palentinas. El hartazgo del sector primario fue el principal argumento para manifestarse ante la Junta de Castilla y León y la Subdelegación del Gobierno durante una movilización que arrancó de la Plaza de León y finalizó en la Plaza Mayor. La marcha estuvo encabezada por los dirigentes de las organizaciones agrarias convocantes, ASAJA, UPA y COAG, que portaban una pancarta en la que podía leerse «Precios dignos y respecto al mundo rural».

Uno de los principales argumentos de la protesta fue la falta de precios justos que sufren los agricultores y ganaderos, lo que ha provocado una pérdida de renta agraria cercana al 9 por ciento en el último año. Así lo expresó Honorato Meneses, presidente de ASAJA Palencia, durante su intervención en la puerta del Ayuntamiento, quien exigió poner coto al incremento de los altísimos costes de producción como fitosantiarios, fertilizantes o gasóleo, lo que provoca que las explotaciones no alcancen los mínimos niveles de rentabilidad, lo que provoca el cierre y la falta de incentivo para que los jóvenes se incorporen a la actividad. Además exigió control en las importaciones y normas de etiquetado obligatorio para que los consumidores dispongan de toda la información acerca del origen y el proceso productivo, así como la regulación frente al abuso de posición de dominio de la industria y distribución agroalimentarias.

Otro argumento que protagonizó la movilización fue el de la fauna salvaje «que nos echa del campo». En este sentido los agricultores y ganaderos piden el control riguroso de las poblaciones de especies silvestres que se alimentan del ganado y los cultivos, como lobos, ciervos, corzos, jabalíes, topillos y conejos, entre otros. Quieren la declaración de plaga para el jabalí y el conejo y que Medio Ambiente asuma plenamente la responsabilidad patrimonial de todos los daños y perjuicios que provoca, así como medidas eficaces para la erradicación de la plaga de topillos.

Frente a los ataques y la criminalización que sufren por parte de movimientos fundamentalistas radicales e incluso responsables políticos, los profesionales del sector agrario reivindicaron el papel que desempeñan en la sociedad como productores de alimentos y agentes activos frente a la crisis climática y la despoblación. En este sentido hicieron un llamamiento a las administraciones para que defiendan ante la sociedad la labor que realizan día a día para proporcionar alimentos seguros y dotar de vida a la España Vaciada. «Resulta una auténtica aberración escuchar argumentos como que las vacas son más culpables del camio climático que los aviones o las industrias. Nada se dice de la contribución de agricultores y ganaderos en la absorción de gases de efecto invernadero, ya que las plantas que cultivamos convierten el CO2 en energía, la ganadería previene incendios. Al final somos uno de los sectores que menos contribuye al calentamiento global».