En estos días estamos tramitando nuestra solicitud de la P.A.C., correspondiente al año 2014. Si todos los años es importante hacer las cosas bien, éste lo es aún más, pues es un año de referencia para el futuro, como también lo será el próximo, que servirán de base para las campañas que abarcan hasta el año 2020; quiere esto decir que cualquier situación anómala que se produzca, puede penalizarnos durante muchos años, y quién sabe si para el resto de nuestra actividad profesional.
En un contexto económico muy complicado, donde la crisis causa estragos, los agricultores y ganaderos a través de la P.A.C. representamos para las entidades bancarias una buena opción de captar dinero con la domiciliación de las ayudas, es dinero seguro, una garantía que muy pocos pueden ofrecer. Todo esto unido a que somos de los pocos sectores donde no hay morosidad, o si la hay es insignificante, hacen que en estos días, entidades que antes nos daban la espalda, o por lo menos nos miraban de reojo, ahora nos tengan en el punto de mira.
Lo reunimos casi todo para las entidades bancarias, pagamos, invertimos, y la P.A.C. y nuestras producciones nos avalan. El problema surge cuando los bancos no se conforman con ser los destinatarios finales de la domiciliación de las ayudas P.A.C. , sino que pretenden también tramitar documentación. Es más, en muchos casos condicionan algunas operaciones como cuentas de crédito, tarjetas, etc…, con el compromiso de tramitar la PAC o el seguro agrario ellos directamente.
Es ahí donde colocan al agricultor o al ganadero en una situación de riesgo inasumible, y que no debiera llegar a producirse. Si las entidades bancarias no han dispuesto nunca de expertos en la tramitación de ayudas P.A.C., ahora aún menos, pues en la mayoría de los casos los pocos que sabían un poco de este tema, ya no están. Y lo peor es que no se atreve nadie a reconocer sus carencias y siguen hasta el final, aunque pongan en peligro el cobro de las ayudas.
Cada año, a través de nuestros servicios técnicos nos llegan agricultores y ganaderos con penalizaciones, o incluso con la pérdida total del derecho a cobrar las ayudas, por errores en la cumplimentación. En muchos casos, no es un error material sino un fallo provocado por un desconocimiento del tema en cuestión, que es aún más grave. En algunos casos se puede resolver el problema, en muchos no, y acarrean consecuencias económicas muy importantes.
Nuestros técnicos reciben durante la campaña de tramitación de ayudas P.A.C. numerosas preguntas de trabajadores de entidades bancarias que evidencian un absoluto desconocimiento del tema y que nos causan asombro y a la vez preocupación. En otras ocasiones, nos manifiestan incluso sus temores por el trabajo que están haciendo, a la vez que se sinceran, y quejan de la falta de preparación para dar respuesta al trabajo encomendado, pues no reciben la suficiente formación. Ni están preparados, ni tienen tiempo de preparase, pues su trabajo es muy diverso, igual están en caja dispensando dinero, que te ofrecen un plazo fijo, que una tarjeta de crédito, que un juego de cazuelas, que un seguro para el coche, o en definitiva lo que les marquen sus objetivos, sean cuales sean.
El ASAJA, hace muchos años, apostamos por tener una plantilla estable y fija de técnicos, en total 11 entre ingenieros y veterinarios, que durante todo el año trabajan exclusivamente en temas agrícolas y ganaderos, y consecuentemente son expertos en la P.A.C., pues a lo largo de todo el año es a lo que se dedican.
No seré yo quien diga que los trabajadores de ASAJA-PALENCIA sean perfectos y no puedan cometer un error, pero tengo la absoluta seguridad que las posibilidades de cometerlos son infinitamente menores.
Ahora estamos hablando de la P.A.C., hace un mes escaso lo decíamos de los Seguros Agrarios. No podemos poner el futuro de nuestras explotaciones en manos de quienes no sean expertos profesionales en cuestiones agrarias, y los mejores están en la organización a la que perteneces, que es ASAJA PALENCIA.
Alfonso Núñez
Presidente de ASAJA PALENCIA