Por Honorato Meneses
Presidente de ASAJA PALENCIA
De nuevo, una vez más, la Junta de Castilla y León vuelve a escenificar el abandono progresivo al que está sometiendo al sector agrario. Si anteriormente ya denunciamos los atropellos cometidos sobre el cultivo de la remolacha, suprimiendo una ayuda fundamental para su futuro, y dejando sin pagar dos años a miles de agricultores, también con los seguros agrarios, los expedientes de modernización, planes de pensiones, cursos de formación………, ahora nos vuelve a sorprender de nuevo negativamente, recortando de forma injustificada la partida destinada a las Cámaras Agrarias, para su funcionamiento, en un 50%, para el año 2014. Lo más grave es que elimina de un plumazo una partida que estaba presupuestada, asignada y aprobada, dentro de los presupuestos de la Junta de Castilla y León. Es una muestra palpable del desprecio al que está sometiendo a los agricultores y ganaderos de nuestra comunidad. ¿Qué confianza podemos tener en los políticos que rigen nuestros destinos, si son incapaces de cumplir los compromisos adquiridos en los presupuestos de la Junta de Castilla y León? Es evidente que la Junta de Castilla y León, y más concretamente la Consejería de Agricultura, con Silvia Clemente a la cabeza, ha perdido el rumbo. Si lo que pretende es resolver los problemas económicos de su Consejería, seguramente puede hacerlo con otras cuestiones, más justas y efectivas, y que despilfarran miles de euros.
La Junta de Castilla y León, no cree en las Cámaras Agrarias, pero convoca elecciones a ellas, lo cual no deja de ser una contradicción más. Y planea una asfixia económica, que se inicia con un primer recorte de 300.000 euros a 77.000, que genera a las cámaras agrarias provinciales la imposibilidad de mantener las plantillas de trabajadores y las obliga a resolver los contratos laborales, en procesos judiciales. En el caso de Palencia cuenta además con la inestimable colaboración del resto de Organizaciones Agrarias, que no dimiten como sí hizo ASAJA, para obligar a la Junta de Castilla y León a hacerse cargo del problema. En ese periodo, de “desgobierno” que lideraron UPA, COAG y UCCL, las deudas se multiplican y otorgan a la Junta un tiempo precioso que aprovecha para cambiar la Ley, para liberarse de responsabilidades que le correspondía asumir, e incluso apropiarse de los bienes de las Cámaras Provinciales, en caso de disolución. Con ese escenario, deudas de 300.000 euros, procesos judiciales por las extinciones de los contratos laborales de los trabajadores, y el compromiso del Director General de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, de mantener la ayuda rebajada a 77.000 euros en el tiempo, e incluso mejorarla, ASAJA-PALENCIA da un paso al frente, para establecer un plan de viabilidad, y garantizar el patrimonio de la Cámara Agraria Provincial y los servicios a las Juntas Agropecuarias Locales. Aporta la financiación necesaria para liquidar las deudas pendientes, y empieza a crear la estructura necesaria para recuperar los servicios a las Juntas Agropecuarias Locales, establece un convenio con Diputación Provincial, para subvencionar la compra de maquinaria a través de las Juntas Agropecuarias Locales, y para el funcionamiento de la propia Cámara Agraria Provincial. Ahora que la Cámara Agraria Provincial de Palencia estaba recuperando el pulso, resueltos los procesos judiciales y laborales, planeando dar servicio a todas las Juntas Agropecuarias Locales, la Junta de Castilla en un alarde de prepotencia y desprecio a los agricultores y ganaderos, recorta de nuevo la ayuda prometida, con el único fin de lograr que abandonemos de forma definitiva y desaparezcan las Cámaras Agrarias Provinciales. La Junta de Castilla y León, debió de pensar que la puntilla del primer recorte era definitiva, y al ver nuestra capacidad de respuesta, ha decidido dar un segundo paso en busca de acabar con las Cámaras Agrarias Provinciales. Ni siquiera en Palencia ha cumplido en lo que respecta a la designación de personal adjunto a la Cámara Provincial, donde hace varios meses se jubiló el secretario técnico y aún no ha nombrado sustituto, un ejemplo claro del interés que tiene en que sigamos funcionando. La existencia de la Cámara Agraria Provincial es imprescindible para el mantenimiento del patrimonio de las Juntas Agropecuarias Locales, posibilitando que éstas puedan cumplir todos los requisitos legales, para mantener su actividad y por lo tanto seguir gestionando sus bienes, ya que con la nueva Ley Agraria, la Junta de Castilla y León, se asegura la posibilidad de optar al patrimonio de las Juntas Agropecuarias Locales, en caso de disolución. Desde ASAJA-PALENCIA, y la Cámara Agraria Provincial lanzamos un mensaje final a la Junta de Castilla y León: no vamos a dejarnos doblegar fácilmente, vamos a pelear hasta el final por la supervivencia de la Cámara Agraria Provincial, para dar servicios a las Juntas Agropecuarias Locales. Y que recuerden los políticos de la Junta de Castilla y León que las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina.