ASAJA exige compensaciones para paliar la pérdida de fondos europeos que provocará el Plan Estratégico 2007-2013
ASAJA-PALENCIA ha manifestado su desacuerdo con el documento presentado por el MAPA en el que se recoge el Plan Estratégico de Desarrollo Rural 2007-2013, en el que se da prioridad financiera a otras comunidades, a pesar de que todas ellas registran un desarrollo agrícola y ganadero superior al de la nuestra.
Esta circunstancia, que se añade a la pérdida de la condición de ser Objetivo 1 en Castilla y León, tendrá unas consecuencias importantes tanto a nivel regional como provincial. Así, las estimaciones de ASAJA-PALENCIA son pesimistas en este sentido, y apuntan a una pérdida de 25 millones de euros al año en la provincia como consecuencia de la reducción de fondos en desarrollo rural, que se quedarán en la mitad respecto al periodo 2000-2006.
Es decir, en Palencia van a dejar de percibirse fondos europeos por valor de 150 millones de euros si se aplica el Plan Estratégico de Desarrollo Rural previsto para el periodo que se inicia el próximo año. La provincia recibió fondos europeos para desarrollo rural en el anterior periodo por un importe aproximado de 150 millones de euros, a los que se sumaron otros 100 millones financiados por la Junta y el Estado, resultando un montante de ayuda de 250 millones, es decir, casi 42 millones de euros cada año.
El recorte que sufrirá Palencia será cuantioso y supondrá cada año 25 millones de euros menos de apoyos al sector en materia de modernización de explotaciones, incorporación de jóvenes al sector y transformación y comercialización de productos agrícolas, perdiéndose financiación para otros importantes destinos como el cese anticipado, la transformación en nuevos regadíos, las agroambientales, la indemnización compensatoria o la forestación. Tampoco se contemplan inversiones para apoyo a los biocarburantes.
Todo ello ha empujado a ASAJA a exigir que se tenga en cuenta la opinión de las organizaciones agrarias en el diseño y desarrollo de este nuevo programa, así como un presupuesto nacional para el desarrollo rural que compense la caída de fondos europeos