ASAJA ha pedido que la campaña de saneamiento ganadero se inicie de inmediato, ya que en estos momentos la mayoría del ganado extensivo de zonas de montaña está estabulado o en pastos próximos a los núcleos de población, y las revisiones ocasionan menos inconvenientes a los profesionales.
De esta forma se evitaría lo que ha ocurrido en anteriores campañas en las que, al iniciarse tarde, los ganaderos se vieron obligados a reunir sus rebaños cuando pastoreaban en los puertos. Además, como recuerda ASAJA, este año no hay excusa para ningún retraso, puesto que los equipos veterinarios están contratados desde el año anterior.
ASAJA exige que el ganadero reciba una indemnización que compense el valor real de los animales sacrificados, y también el decomiso total para los bovinos positivos a las enfermedades objeto de erradicación de la campaña (brucelosis, tuberculosis, leucosis y perineumonía). Hasta ahora, las reses bovinas afectadas se destinan a matadero y, por tanto, a las personas, algo que desconocen los consumidores, y que perjudica también a los ganaderos, puesto que los intermediarios y la distribución compran estos animales a precio ridículo, para luego vender su carne al mismo precio que el resto. También considera ASAJA que cuando el saneamiento se haya hecho a petición del ganadero porque éste lo haya necesitado para trasladar a los animales, tiene que ser extensivo el derecho a indemnización por el sacrificio de los animales que resulten positivos. Igualmente, tiene que asumir la Administración los gastos derivados de la realización de las pruebas, ya que éstas son obligatorias si hay movimiento de animales.
Otra petición de la organización profesional agraria (OPA) es que la Administración se comprometa al pago de las indemnizaciones dentro de los tres meses siguientes al sacrificio de los animales enfermos. En la actualidad, los pagos pueden estar pendientes durante meses, lo que representa un serio problema para el ganadero que ha tenido que afrontar en su explotación un vaciado sanitario, en el que se sacrifican a todos los efectivos. Igualmente, es necesario que se establezca un plazo máximo de 10 días entre el sangrado de los animales y la comunicación oficial de los resultados al ganadero. Ahora pueden pasar varias semanas hasta que se notifique, un periodo durante el que los animales no pueden ser vendidos ni trasladados.
En estos casos de vaciado sanitario, la OPA solicita un apoyo económico generoso, y más aún cuando se trata de zonas declaradas como de especial incidencia de la enfermedad.
ASAJA sugiere que la Entidad Nacional de Acreditación y Certificación (ENAC) acredite en todas sus técnicas a los laboratorios oficiales encargados de los análisis de las muestras tomadas en la campaña de saneamiento, con lo que se reduciría el porcentaje de error, y sobre todo se daría más confianza a los ganaderos. Y, por último, pide la implantación de sistemas informáticos que permitan la rápida comunicación de los resultados a las Unidades Veterinarias, y de éstas a los propios ganaderos.