La cosecha de cereales de otoño-invierno, que hace unos meses se preveía abundante, se ha visto truncada por la desfavorable evolución del tiempo de los meses de mayo y junio, con exceso de calor y falta de precipitaciones.
 El presidente regional de ASAJA, Donaciano Dujo, señaló que aunque aún falta un mes para cosechar en buena parte de la provincia, la de este año no va a ser una buena cosecha.
 Dujo recordó las optimistas perspectivas que a este propósito aventuró el presidente de la Comunidad allá por abril, en las que incluso se refirió al “campazo” que había en Castilla y León.
 “Todo depende del calor y la pluviometría de los próximos días, pero a fecha de hoy la perspectiva se cosecha en el centro y sur de la provincia es de media a baja”, aseguró.
 Así, frente a las previsiones de la Comisión Provincial de Estadística, que hablan de casi un millón de toneladas de producción entre secano y regadío -a pesar de que se trata de simples estimaciones según se advierte desde la Junta-, desde ASAJA se prevé que la cosecha se quedará en 650.000 toneladas, 700.000 como mucho.
 Y es que ambos factores, calor y sequía, han repercutido negativamente en el último periodo del ciclo vegetativo de los cultivos, viéndose afectados tanto el cereal como los forrajes.
 Por lo que respecta a los regadíos, en la cuenca del Pisuerga se garantiza la campaña de riego hasta el 1 de septiembre, “por lo que dependiendo de si llueve o no, la cosecha podrá ser buena, deficitaria o catastrófica”, explicó Dujo.
 ASAJA estima que el mercado se debería estabilizar en precios razonablemente superiores a los que ahora están cotizando, por lo que recomienda que se almacene la producción al menos hasta que se estabilice el mercado, ahora claramente distorsionado por las ventas que se realizan de forma inmediata.
Así, desaconseja hacer ventas con “precio abierto” en las que no existe ninguna garantía sobre el precio final.