Decenas de agricultores asociados de ASAJA-Palencia han acudido esta mañana a Arévalo para secundar la convocatoria de las organizaciones agrarias mayoritarias en Castilla y León, ASAJA y la Alianza UPA-COAG, para movilizarse este viernes, 29 de noviembre, a las doce del mediodía, en defensa de la producción cerealista de Castilla y León y de unos precios que permitan la rentabilidad en estos cultivos.

Nuestros socios, encabezados por el presidente provincial de ASAJA-Palencia, José Luis Marcos, entre otros integrantes de la directiva, han participado en la concentración ante la Harinera Vilafranquina y posterior marcha hasta las instalaciones del mayorista de cereales Octaviano Palomo, bajo el lema «Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción». La huelga del transporte de viajeros ha impedido acudir en el autobús que las organizaciones convocantes han puesto a disposición de los socios, que acudieron finalmente en vehículos particulares.

El presidente de ASAJA-Castilla y León, Donaciano Dujo, manifestó ante los medios de comunicación que esta movilización da continuidad a la emprendida hace un mes ante la Delegación del Gobierno en Castilla y León, y tendrá continuidad en diciembre. «No pararemos, ya sea a nivel provincial, regional o nacional, porque llevamos dos cosechas de cereal ruinosas, una por la sequía y otra por unos precios que están cien euros por tonelada por debajo del que deberían tener para poder cubrir los costes y que nuestro trabajo se vea compensado», afirmó Donaciano Dujo.

DESFASE DE 500 MILLONES DE €. Durante su intervención ante los medios y, posteriormente, ante los cientos de manifestados, nuestro presidente regional cuantificó en quinientos millones de euros el importe total de menoscabo en las cuentas de los agricultores cerealistas de Castilla y León en esta campaña pasada, debido a esos bajos precios, que han bajado el 40 % con respecto a los que tenían hace dos años (unos 130 euros menos por tonelada).

Dujo explicó que con recuperar la mitad de esa bajada (unos 65 euros/tonelada) ya se lograrían niveles de rentabilidad. «Se ha pasado de unos costes de producción por hectárea de ceral de unos quinientos euros a rondar los ochocientos, lo que nos obliga a unos rendimientos superiores a la media para que estos cultivos resulten rentables y no sigamos cada vez sembrando menos cereal y dejando incluso de abonarlo», añadió.

«Trabajando así nos arruinamos», ha afirmado el presidente de ASAJA en la comunidad, que tuvo críticas tanto para el gobierno central como para el autonómico, así como para cierta industria agroalimentaria, «que saca altos beneficios de estos precios bajos y es una aliada para estrangularnos, en vez de proteger al sector en Castilla y León».

Dujo señaló que el grupo catalán Harinera Vilafranquina, que lidera la producción de harina en España, registró en 2022 un beneficio récord de sesenta y dos millones de euros, el 356 % más que en 2021 (es decir, entre cuatro y cinco veces más de beneficio que el anterior, cuando se quedó en 13,6 millones de euros). En 2023 mantuvieron un beneficio similar, pese a reducir sus ventas redujo sus ventas un 3,6 % con respecto al ejercicio anterior.

UCRANIA, GRANERO DE ESPAÑA. Recordemos que la Unión Europea, en solidaridad con Ucrania tras la invasión rusa, levantó en junio de 2022 todos los aranceles y contingentes que aún pesaban sobre las importaciones de ese país. El pasado marzo la UE prorrogó el régimen especial, con la inclusión de salvaguardias sobre unos pocos productos (dentro de los cereales, sólo la avena y el maíz), sujetos a aranceles si se superan los volúmenes medios de importación de los últimos tres años, que ya habían aumentado con respecto a lo habitual. España, por ejemplo, importa hoy las tres cuartas partes de todo el trigo que importan de Ucrania los países del espacio comunitario.

Donacianio Dujo acusó al Ministerio de Agricultura de incumplir sus compromisos de unos precios por encima de los costes de producción, tal y como plantea la Ley de la Cadena Alimentaria. Asimismo, acusó a la Junta de Castilla y León de permitir que se etiqueten como productos de esta comunidad (Tierra de Sabor) los que se elaboran con cereales de importación que llegan de manera incontrolada a nuestros puertos.

«Castilla y León va a dejar de ser el granero de España. Y por este camino toda la alimentación de nuestra ganadería se terminará trayendo de fuera, con peor calidad y, a la larga, cuando no haya remedio, más cara», vaticinó el presidente de ASAJA-Castilla y León, a quien acompañaron en la protesta los presidentes provinciales, así como los máximos representantes de las otras dos organizaciones convocantes, el secretario general de UPA en la comunidad, Aurelio González; y el coordinador general de COAG, Lorenzo Rivera./