Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han cerrado el año hidrológico 2023-2024 este pasado lunes, 30 de septiembre, al 47 % de su capacidad, su mejor dato desde 2018. Los sistemas Carrión y Pisuerga almacenan hoy respectivamente alrededor de veinte y de cuarenta hectómetros cúbicos más que sus promedios de la década anterior a esta altura de año.
Los embalses de la cuenca que gestiona la CHD han cerrado el año hidrológico al 47,3 % de su capacidad, nueve puntos más que la media de la década (38 %), y con un volumen total almacenado que se aproxima a los 1350 hectómetros cúbicos, el mejor dato desde el año hidrológico 2017-2018, cuando culminó con 1586 hm3. Ese porcentaje de capacidad almacenada está además «sustancialmente por encima del registro de hace un año (31,3%)», como destaca el organismo regulador.
Por lo que respecta a la provincia de Palencia, el sistema Carrión cierra el año hidrológico con 60,3 hm3, mucha mejor situación que hace un año, cuando los embalses de Camporredondo y Compuerto apenas almacenaban en total 33,6 hm3.
El gráfico de la CHD muestra claramente cómo el sistema ha superado prácticamente todo este año hidrológico (línea roja) los intervalos habituales del sistema (franja verdosa).
Dada su mayor capacidad regulatoria de sus tres embalses (Cervera-Ruesga, La Requejada y, sobre todo, Aguilar de Campoo), más significativa resulta todavía la recuperación del sistema Pisuerga, con 142,4 hm3 al término del año hidrológico, frente a poco más de 46 hm3 que guardaba el pasado año por estas fechas.
El gráfico de este sistema revela su progresiva recuperación durante el pasado año hidrológico (línea roja), hasta superar prácticamente su intervalo habitual de embalse (franja verde), en especial a partir de marzo.
SESENTA HM3 MÁS QUE EL PROMEDIO. El sistema Carrión entró, pues, en octubre con unos veinte hectómetros más que el promedio de la década precedente a esas alturas de año (40,5 hm3) y el Pisuerga, con el doble, unos cuarenta hectómetros cúbicos más que la media del decenio anterior (102,5 hm3). Esos sesenta hectómetros cúbicos más que el promedio de la década anterior almacenados hoy equivalen aproximadamente a una octava parte de toda la capacidad de embalse de la provincia de Palencia gestionada por la CHD (479,9 hm3) o al total de capacidad de llenar el embalse de La Requejada (58,7 hm3).
En este contexto, el organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), «autorizará los riegos esporádicos solicitados para la primera quincena del mes de octubre, siempre que se cumplan las condiciones para ello».
Desde ASAJA-Palencia valoramos la responsabilidad en el uso racional del recurso hídrico que los regantes de los dos sistemas de explotación han mantenido durante esta campaña, al igual que en las anteriores, más allá de los condicionantes atmosféricos tan distintos de cada temporada.
CAMPAÑA DE RIEGO NORMAL. Según explica la propia CHD en su información, «las precipitaciones abundantes durante el otoño y el invierno, tanto en forma líquida como en forma sólida, unido a una primavera favorable en la cuenca, permitieron alcanzar unos altos niveles de reservas al final de la temporada de llenado, garantizando el desarrollo de la campaña de riego con total normalidad».
«De esta manera —añade el organismo regulador—, las previsiones para el año hidrológico 2024-2025 son buenas en su inicio, si bien es cierto que la evolución de las reservas dependerá de forma importante de la climatología durante el otoño y el invierno».
De hecho, el año agrícola pasado (septiembre de 2023-agosto de 2024), registró temperaturas más elevadas de lo normal, como todos los inmediatamente anteriores hasta el 2018-2019 incluido (el 2017-2018 fue térmicamente normal); pero también ha sido muy húmedo (según los datos de la AEMET para toda Castilla y León, habría que remontarse al año agrícola 2002-2003 para encontrar otro con precipitaciones similares al que acabamos de dejar atrás.
En todo caso, para ASAJA-Palencia, esta recuperación de nuestros embalses no debe hacernos olvidar la necesidad de planificar a largo plazo y potenciar la inversión en infraestrcuturas y subsanar el déficit histórico de almacenamiento y regulación que padece la provincia de Palencia, y que viene limitando durante décadas el desarrollo y el potencial de nuestra agricultura./