La tularemia acumula ya este año 111 casos en Castilla y León, según el balance publicado este viernes por la Consejería de Sanidad de la Junta. Nuestra provincia es la más afectada, al superar el 80 % de los casos. Desde ASAJA-Palencia lamentamos que se confirme nuestro vaticinio de que la sobrepoblación de topillo campesino, vector de contagio de la tularemia, acaba derivando en un problema de salud, añadido a los cuantiosos daños ocasionados en la agricultura.

Desde que se declaró el primer caso de tularemia en la comunidad, a finales de marzo, se han notificado en Castilla y León 111 (83 ya confirmados y 28 probables). La provincia con más incidencia, 89 positivos, es Palencia; muy por delante de Burgos y León, con ocho casos cada una. Se han registrado enfermos de tularemia en todas las provincias de la región, excepto en Segovia y Soria.

El perfil del enfermo de tularemia es un varón (casi el 80 % de los casos) de cincuenta y seis años. El paciente más joven que ha dado positivo tiene ocho años y el de más edad, noventa y dos; pero prácticamente la mitad de los enfermos tiene una edad en el rango de 45 a 64 años. Sin embargo, entre las mujeres, la incidencia más alta aparece entre las mayores de 75 años.

INHALACIÓN Y LABORES DEL CAMPO. El informe de la Consejería señala en sus conclusiones que la forma clínica más frecuente de presentarse la tularemia sugiere que «la vía inhalatoria es la puerta de entrada del germen en la mayor parte de los casos». Entre los factores de exposición, «destacan la relación de los casos con actividades realizadas en el campo, tales como tareas de agricultura (que incluyen la siega y empacado de paja), labores de jardinería, limpieza de cunetas y contacto con roedores y cangrejos de río».

ASAJA-Palencia insiste en reclamar soluciones reales y efectivas para acabar con las plagas recurrentes del topillo campesino, transcurridos ya casi dos décadas desde el primer episodio grave que afectó a nuestra provincia en los años 2006-2008, el más importante hasta la fecha en cuanto a extensión geográfica por Palencia y por otros territorios de la meseta, así como en daños a los cultivos.

Según reconoce el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), desde entonces se han detectado plagas de topillo de mayor o menor intensidad en las campañas 2009-10, 2011-12, 2013-14, 2016-17, 2019 y 2023-24 (en 2021 se detectaron también incrementos poblacionales, pero no se tradujeron en afectaciones tan significativas en los cultivos como en las anteriores)./