Tras conocer que la Junta no autorizará las quemas de rastrojos para solucionar la plaga
El presidente de ASAJA PALENCIA expresó esta mañana en rueda de prensa su decepción tras la reunión mantenida con la Junta para intentar solucionar la plaga de topillos en la provincia. “Desde la Delegación Territorial se ha rechazado como solución la quema de rastrojos que ha pedido ASAJA, y sólo se valorará la posibilidad de quemas en cunetas y linderas, con muchas restricciones y limitaciones”, lamentó Honorato Meneses.
Y es que después de muchos meses sufriendo las consecuencias de la plaga de topillos, y ante la inminente campaña de siembra que será imposible acometer de mantenerse la plaga, la situación ha llegado a unos límites insostenibles, según señaló Meneses. “Ya ni siquiera la Junta se presta a facilitar los tratamientos rodenticidas, y lo deja en manos de la voluntad y el bolsillo de los agricultores”, criticó.
Desde la “situación de indefensión “ en que se encuentra, Asaja Palencia se dispone a llevar a cabo una valoración de daños a título individual por cada agricultor afectado por la plaga de topillos, que incluirá una declaración jurada de los mismos, para posteriormente tramitar la reclamación conjunta de daños a la Junta por “dejación” ante el problema de los topillos.
La organización estudia reclamar los daños por vía judicial, tal y como señaló Meneses. Unos daños que ASAJA cifra en 9 millones de euros correspondientes a las 115.000 hectáreas afectadas, tal y como se desprende del informe llevado a cabo por sus servicios técnicos.
Honorato Meneses, que compareció ante los medios respaldado por una veintena de representantes de la junta provincial de ASAJA de la zona de Campos, también anunció que la organización llevará esas reclamaciones ante el Defensor del Pueblo y el Procurador del Común por la indefensión de los agricultores frente a la Junta.
Para conseguir su propósito, ASAJA recabará el apoyo de políticos y de los alcaldes de los pueblos afectados por la plaga que sufren la invasión de los ratones en jardines, piscinas y espacios públicos, impidiendo el normal desarrollo de la vida cotidiana en esos municipios.
“Los agricultores no tenemos que asumir los daños ni aceptar como única solución las insuficientes prácticas agrícolas con que la Junta pretende despachar el problema. Son prácticas que ya llevamos a cabo y por sí solas no arreglan la plaga”, añadió el presidente de ASAJA.