Los trabajadores de ASAJA-Palencia respaldan la actual movilización agraria (que esta organización convoca para el MIÉRCOLES, 14 DE FEBRERO con concentraciones en OSORNO, MAGAZ DE PISUERGA y PALENCIA), al tiempo que denuncian la carga laboral creciente y desbocada que se ven obligados a desarrollar por la enorme burocratización que padece el sector. La plantilla de la organización agraria líder de la provincia se ha visto reflejada en la iniciativa de sus compañeros de ASAJA-Soria, y en su comunicado del pasado lunes, cuya posición comparten los empleados de la entidad en Palencia.

El hartazgo de los empleados de ASAJA-Palencia se debe a una creciente burocracia desbocada a la que se ven sometidos los profesionales agroganaderos, presión que deriva en una insoportable carga de trabajo, responsabilidad y estrés para una plantilla que no sólo presta servicios de asesoría técnica, económica, laboral, jurídica, legal y de seguros agrarios y generales, sino que también desempeña una discreta labor reivindicativa en su día a día.

CUADERNO IMPOSIBLE. Los empleados de la entidad recuerdan que ya en la pandemia del coronavirus permanecieron al pie del cañón cuando prácticamente no atendían ni las propias administraciones públicas, por lo que llevan años soportando una carga de trabajo creciente, acentuada con el avance de la administración electrónica.  Ese proceso no presenta visos de mejora, ante la inminente aplicación del cuaderno digital en las explotaciones agroganaderas, cuya implantación piden que se suprima, al considerarla inadmisible tanto para los profesionales del sector como para los trabajadores de la organización.

Como también viene denunciando la directiva de ASAJA —y es una de las bases de la plataforma reivindicativa conjunta con la alianza UPA-COAG en esta movilización—, la PAC se ha ido haciendo cada vez más burocrática, con requisitos y controles más complejos.

La plantilla de ASAJA-Palencia, que tramita aproximadamente la mitad de las solicitudes de la PAC de la provincia,  denuncia además la publicación continua de normativas de obligado cumplimiento en el sector, a menudo con rectificaciones; así como la convocatoria de ayudas y subvenciones mal planteadas, con criterios caprichosos, plazos y fondos insuficientes, que dan prioridad al mero orden de presentación, o que se crean a salto de mata, como reacción a la crisis con recursos extraordinarios sin calibrar su repercusión.                                                                      

«COLABORADORAS». En ese sentido, lamenta que se generen avalanchas y exigencias por parte de los posibles beneficiarios, sin dar tiempo a una tramitación ordenada; y critica este rodillo de la digitalización de las administraciones, que obliga a una sobrecarga laboral y a un aumento exponencial de la responsabilidad que dista mucho del trato que corresponde a unas «entidades colaboradoras».

Los trabajadores de ASAJA-Palencia quieren lanzar un SOS a las administraciones públicas en general —y al Ministerio de Agricultura y a la Consejería de Agricultura en especial, por su gran vinculación con el sector agroganadero— para que adopten medidas que reviertan el insostenible aumento de la burocracia. Además, alaban el esfuerzo de los compañeros de esa consejería en Palencia para gestionar cuanto antes los expedientes que tramitan, lo que se traduce en que el sector reciba las ayudas antes que en otras provincias, resultado que también se debe al empeño profesional de los propios empleados de ASAJA-Palencia.

REIVINDICACIÓN NO VISIBLE. Finalmente, quieren enviar un mensaje de tranquilidad a los asociados, a quienes piden que mantengan su confianza en ASAJA tanto para las ingentes tareas administrativas y de asesoría técnica, laboral y fiscal, como para la gestión de seguros agrarios, así como para la labor reivindicativa. Desde ASAJA-Palencia tramitan aproximadamente la mitad de las ayudas PAC de la provincia; y sobre la función reivindicativa, los técnicos de la organización subrayan que ellos mismos la ejercen también de manera continuada por diversas vías, aunque apenas visible puertas afuera de la organización.

Así, ese trabajo interno conlleva un asesoramiento multidisciplinar a los directivos para plantear y argumentar las demandas en mesas de diálogo y negociación donde participan. Fruto de su experiencia y conocimiento del sector, la plantilla de ASAJA-Palencia también traslada a los empleados públicos y dirigentes políticos de las administraciones las diversas demandas, necesidades y problemas de agricultores y ganaderos, incluidas todas las repercusiones de la normativa.

En ese sentido, lamentan la percepción existente de que «lo que no se ve no se consigue» y «lo conseguido era de justicia», sin valorar un trabajo callado, constante y especializado. Además, por el camino se quedan sin logro muchas reivindicaciones para mejorar el sector, desconocidas por malogradas, pero no por falta de atención y lucha constantes en esa vertiente, tradicional columna vertebral de ASAJA en Palencia./